Más de 200 personas se reunieron este fin de semana en Alborge, una pequeña localidad de la Ribera Baja del Ebro. El motivo fue el Charangazo, un encuentro de charangas de la zona que tuvo lugar el sábado, con un gran éxito de convocatoria.

Tres fueron las formaciones que pusieron la música en las calles de Alborge. Llegados desde Gelsa, Quinto de Ebro y Sástago, los grupos hicieron pasar una tarde festiva a los asistentes con un recorrido que fue desde el centro de salud hasta el molino de aceite.

Además del pasacalles, las charangas realizaron cinco paradas gastronómicas. Así, se detuvieron en varios puntos de la localidad para reponer fuerzas a base de lo que los propios vecinos habían preparado. Torrijas, pastas, tortillas, chorizo o chucherías, fueron algunos de los alimentos. Tampoco faltó la bebida, como el agua de valencia, sangría, mosto y moscatel, y refrescos.

Pero los vecinos no solo participaron de esta manera sino que dieron la primera sorpresa justo al comenzar el encuentro. Y lo hicieron en forma de charanga y de manera espontánea. Un grupo apareció para dar la bienvenida con su propia formación, bautizada como ‘la Orquesta Gintónica del Ebrio’, que después se uniría al pasacalles.

La de este fin de semana ha sido la primera edición de una actividad impulsada por el servicio de Cultura de la comarca Ribera Baja del Ebro. Dentro del proyecto Ciudadanía, se pretende con este encuentro dar a conocer la riqueza de Alborge, entre ella su tradición como localidad productora de aceite.

Unidos por la música, el Charangazo ha sido una actividad más para que los pueblos a orillas del Ebro compartieran parte de sus costumbres así como establecieran lazos de unión en un contexto festivo.