Colungo recupera durante un día el trabajo de la siega y la trilla del cereal

La muestras de estas labores se ha convertido en una cita turística para la pequeña población del Somontano.

Colungo recupera durante un día el trabajo de la siega y la trilla del cereal
Colungo recupera durante un día el trabajo de la siega y la trilla del cereal
J. L. Pano

Numerosos veraneantes y vecinos de la comarca del Somontano y otras partes de Aragón se han acercado este domingo en la pequeña localidad de Colungo, enclavada en el corazón del Parque Cultural del Río Vero y de la Sierra de Guara, para conocer cómo se realizaba la recolección del cereal antaño.


La X Fiesta de la Siega y de la Trilla, organizada por la asociación cultural O Portal D’ a Cunarda, se ha convertido en un evento que ya no solo reúne a los vecinos de Colungo y a los hijos de esta población residentes en otras localidades, si no que ya es una fecha señalada en el calendario turístico de la comarca.


Desde hace un decenio, el penúltimo domingo de julio, los miembros de la asociación cultural, ayudados ya hace unos años por un grupo vecinal de Albelda, se encargan de reproducir fidedignamente como se acudía al campo a recoger el trigo o la cebada, se molía, se aventaba y se seleccionaba para guardar en el granero.


Labores que se hacían con herramientas propias hoy de un museo etnológico como un trillo de pedreñeas o de silex de 300 años, propiedad de José María Castillo, que se empleó en esta muestra, de cilindros, algo más moderno, una aventadora, las hoces y guadañas, o las escobas realizadas a base de ramas para separar el grano de la paja y recoger la era.


Los más pequeños han disfrutado subidos a las mulas o al trillo, y el público en general del ambiente festivo en el que no ha faltado un almuerzo propio de un trabajo tan duro, compuesto de migas, pan con aceite y vino o las farinetas. Este año además han venido algunos puestos de artesanía para vender sus productos.


El miembro de la asociación cultural O Portal D’a Cunarda, Fernando Abadía, destacaba la buena acogida de público, que cada año va a más, y su carácter demostrativo de unos trabajos realizados durante generaciones prácticamente desde el neolítico. “Toda la mañana ha pasado mucha gente. Los que no hemos vividos estos trabajos, nos gusta ver cómo se realizaban estas labores. Además es una forma de valorar lo que hacían nuestros mayores que cosechando a lo mejor se pasaban todo el verano, cuando ahora una cosechadora lo hace en media hora”.


La asociación O Portal D’a Cunarda volverá a recrear trabajos propios de la sociedad rural el último domingo de noviembre, con la celebración de la Jornada de la Matacía, en la que los vecinos elaboran alimentos extraídos del cerdo como tortetas, longaniza, chorizo, adobos, y otros productos caseros como licores propios de la localidad, jabones…

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