La decisión de Renfe de suprimir casi todos sus descuentos para viajar en fin de semana en el AVE a partir de junio ha provocado un clamor político y social en Aragón. La DGA y los partidos cuestionaron la política comercial de la operadora, que calificaron de «perjudicial y antisocial» para los viajeros. Mientras tanto, las asociaciones de consumidores recordaron que no hay una oferta ferroviaria alternativa a la alta velocidad y pusieron en evidencia la contradicción de que el Gobierno promueva el transporte público y al mismo tiempo suprima bonificaciones para su uso.

Como informó ayer este diario, la compañía ferroviaria ha vuelto a anular las tarifas web y estrella en los AVE Madrid-Zaragoza-Barcelona y Madrid-Huesca, que afectará a los trayectos de fin de semana a partir de junio. Desde Renfe se aseguró que son libres para aplicar su política comercial y que estas tarifas se crearon para premiar la flexibilidad y no desplazamientos en horas punta.

El Gobierno de Aragón no compartió su criterio y consideró que la política comercial aplicada en el AVE es «perjudicial» para el usuario. Por ello, Obras Públicas trasladará a Fomento, ministerio del que depende Renfe, su «preocupación». No obstante, se incidió en que podría cambiar la restricción de bonificaciones en próximos días como ya ha pasado.

El consejero de Industria y candidato del PAR a las Cortes, Arturo Aliaga, consideró que Madrid demuestra «una vez más la estupenda solidaridad que mantiene con Aragón». En la romería del Viñedo de Loporzano, acusó al Gobierno de ser «insolidario» en una situación económica difícil. En la misma línea se pronunció la alcaldable aragonesista por Zaragoza, Rosa Santos, que acudió a la estación de Delicias para criticar al PSOE por convertir «un servicio público esencial en uno de lujo».

Para el portavoz parlamentario del PP, Eloy Suárez, los grandes paganos del «duro y encubierto» ajuste económico son los ciudadanos, como demostraría esta medida con un medio de transporte «determinante» para Aragón.

El diputado nacionalista Bizén Fuster y el coordinador de IU, Adolfo Barrena, coincidieron en señalar que el AVE es un medio de transporte aún más elitista sin estos descuentos y resaltaron que no hay una oferta alternativa real para viajar a Madrid y a Barcelona.

El portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Miguel Franco, se desmarcó y dijo que Renfe, de acuerdo a la normativa europea de liberalización de tráfico ferroviario, debe ser rentable y sus tarifas regirse por criterios comerciales. «Con ese criterio, se estipulan las ofertas en función de la demanda en periodos vacacionales», dijo.

El presidente de la Unión de Consumidores, José Ángel Oliván, y su homóloga de la Asociación de Consumidores Torre Ramona, Olvido Blasco, evidenciaron que se «castiga» a los viajeros de Aragón por garantizar precisamente un mayor índice de ocupación en el AVE. Oliván destacó que los aragoneses están obligados a ir en el AVE porque no existe otra oferta ferroviaria y, encima, son «los peor tratados», mientras Blasco tildó de «injusto» que con la actual crisis se pretende recortar «de donde no se debe».