INVESTIGACIÓN AGROALIMENTARIA

Científicos del CITA participan en el proyecto que ha logrado descifrar el genoma de las ovejas

El avance permitirá seleccionar los genes de los animales para conseguir que tengan carne más saludable, mejor lana o numerosos partos.

El equipo de investigadores del CITA.
Científicos del CITA participan en el proyecto que ha logrado descifrar el genoma de las ovejas
ESTHER CASAS

Un grupo de científicos del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) participan en un proyecto internacional que ha conseguido descifrar el genoma de las ovejas. Este avance permite crear un banco de genes donde se guarda toda la información sobre estos animales y a partir del cual se podrán seleccionar en el futuro aquellos que hacen que el ovino dé carne más saludable, lana de mejor calidad, sea prolífico en los partos o aumente su resistencia a enfermedades infecciosas o parasitarias.

La carrera hacia este resultado comenzó en el 2007, cuando el grupo de la unidad de tecnología en producción animal del CITA se unió a un consorcio formado por centros de 20 países y coordinado desde Australia. Cada participante debía aportar una raza ovina distinta y financiación. Desde Aragón se enviaron muestras de ADN extraídas de sangre de la oveja rasa aragonesa -de la que procede el ternasco de Aragón- y 6.000 euros. «Se eligieron animales no relacionados entre ellos y de las tres provincias para que fueran lo más variados posible», explica Jorge Hugo Calvo Lacosta, investigador Araid (es decir, contratado por la Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo) y líder del equipo del CITA que ha participado en el proyecto.

Las muestras se trataron en un laboratorio de las antípodas, con una técnica de análisis masivo -gracias a un microchip que 'lee' el ADN- y se estudiaron después con unas aplicaciones bioinformáticas. «Se analizaba el genoma para ver, por ejemplo, en que momento se hay una divergencia entre el ovino y el ovino silvestre, es decir, cuando se produce la domesticación», comenta Albert Martínez-Royo, miembro del equipo del CITA que trabajó siete meses en el laboratorio australiano gracias a un proyecto INIA del Ministerio de Ciencia. «Después se observaban las diferencias entre las razas: qué regiones del genoma influyen para que una oveja tenga pelo o lana, para que produzca más o menos leche, tenga o no la cola grasa...», añade.

En resumen, se trata de identificar los genes claves para que una oveja desarrolle unas u otras cualidades que puedan interesar al ganadero. Por ejemplo, en el caso de la rasa aragonesa, interesa saber qué genes hacen que estos animales tengan carne de mayor calidad.

Esta información se ha colgado en las bases de datos de un banco de genes llamado GenBank y está disponible para todos aquellos que quieran consultarla y aprovecharla. «Se ha logrado hacer un segundo borrador del genoma, pero no es más que el comienzo de un camino apasionante que se inicia co la interpretación de los datos obtenidos», cuenta Jorge Hugo Calvo. La anotación de los genes (identificación y descifrado de los mismos) es aún baja y hay que estudiar la interacción entre ellos y el papel que tienen diferentes partes del genoma en la producción, entre otros asuntos. «Ocurre como con el genoma humano. Tenemos las letras, pero ahora hay que formar palabras, frases y párrafos. El camino será largo, pero apasionante», añade el investigador.

El equipo

Estos siete investigadores (Laura Pérez, Jorge Hugo Calvo, Yasemin Omer, Laura González y Albert Martínez-Royo. Sentadas, Elda Dervishi (izda.) y Pilar Sartu) pertenecen al grupo de genética molecular animal -liderado por Jorge Hugo-, que está dentro de la Unidad de Tecnología en Producción animal del CITA y que ha participado en el proyecto internacional sobre el genoma ovino. Los miembros son multidisciplinarios y provienen de las carreras de Veterinaria, Ingeniería Agrónoma, Bioquímica y Química.