SALUD

Cerca de 2.000 aragoneses deben esperar hasta dos años para la prueba del sueño

El Salud asegura que «se realizará un esfuerzo» ante las abultadas listas de espera.

Unas 2.000 personas se encuentran en lista de espera en Aragón para someterse a una prueba del sueño, para la que existe una demora de hasta dos años. El pasado día 21 se celebró el Día Internacional del Sueño y la asociación nacional que reúne a estos enfermos (Asenarco) no dudó en seguir pidiendo a la administración que haga frente a esta 'saturación'.

La gerente del Salud, Ana Sesé, asegura que están realizando «un esfuerzo para asumir esta demanda, mayor que la oferta». En el Servet, donde se registran más problemas, afirma que se están aplicando acciones concretas. Además, están revisando los protocolos de inclusión en esos estudios. «Hay que ver si todas las pruebas del sueño solicitadas son realmente necesarias», añade.

En los 90 la apnea (principal trastorno del sueño consistente en una interrupción respiratoria) afectaba al 14% de los hombres y al 8% de las mujeres. Veinte años después esos porcentajes se han duplicado. El estrés, la ansiedad y la obesidad, factores principales que causan la enfermedad, provoca que se dispare la demanda de pruebas del sueño. «Son estudios complejos, para los que se necesita personal en horario nocturno», explica la doctora Teresa Martín Carpi, médico de la Unidad del Sueño del Servet. «Se necesitan más recursos humanos y materiales», justifica.

Según las estadísitcas, unos 200.000 aragoneses podrían padecer apnea, pero a esta patologías no se le está dando la importancia que merece, según denuncia el secretario de Asenarco, Carlos Marchena. «Un trastorno del sueño puede causar hipertensión o accidentes cardiovasculares y de tráfico. Está en juego la vida de las personas», sentencia. Sin embargo, uno de los problemas a los que se enfrentan estos pacientes es que todos no están diagnosticados. En estos momentos, en Aragón, entre 8.000 y 10.000 están en tratamiento activo, de ellos 6.000 utilizan una máquina que les ayuda a respirar durante la noche.

Polisomnografías

La apnea es una interrupción de la respiración intermitente durante el sueño debido al bloqueo de las vías aéreas. Esta obstrucción puede estar motivada por varios factores y entre sus síntomas diarios se encuentra el exceso de somnolencia durante el día (incluso cuando se está conduciendo -origina un 20% de los accidentes-), la falta de oxigenación durante la noche puede generar patologías cardiovasculares, ictus o hipertensión.

El diagnóstico es muy sencillo, con un estudio del sueño (polisomnografía nocturna) en el hospital o en el domicilio. En la prueba, el paciente duerme durante unas ochos horas, mientras las máquinas registran su sueño. El tratamiento en el 75% de los casos pasa por la utilización de un aparato con mascarilla, llamado CPAP (siglas de la expresión inglesa «presión positiva continua en la vía aérea»), que usado todas las noches más de cuatro o cinco horas elimina el riesgo cardiovascular.