COMUNICACIONES

Cataluña y Valencia reactivan su lobby para incluir el eje Mediterráneo en las redes transeuropeas

La UE prevé, de momento, mantener la Travesía Central como prioridad europea y no garantiza que se incluya al proyecto rivalAragón apuesta por el apoyo de Marruecos y de Portugal para consolidar su reivindicación.

A la Travesía Central del Pirineo, el proyecto que de forma unánime defiende Aragón como eje internacional para el transporte de mercancías, le ha salido un duro competidor. El frente levantino a favor del corredor Mediterráneo se ha reactivado con toda la fuerza desde este pasado viernes y esta vez dejando claro que, para ellos, la apuesta por la Travesía Central del Pirineo fue un considerable error.

Dos de los periódicos de Cataluña y Valencia con más difusión -La Vanguardia y Las Provincias-, sus respectivos gobiernos autonómicos, empresarios, sindicatos, y universidades de ambas comunidades se han unido para exigir al Gobierno central que corrija el "error de 2003" (según interpretan, apostar solo por la TCP como prioridad europea) e incluya su corredor Mediterráneo en la lista de proyectos a ejecutar con celeridad por las instituciones comunitarias. Lo han hecho a través de la llamada "declaración de Valencia" y de los trabajos de un lobby, Ferrmed, que apuesta por el eje Mediterráneo frente a la TCP.

Todos exigen al Gobierno central que, en la próxima revisión de las redes transeuropeas, Madrid apueste por crear un gran eje de mercancías a través del litoral, lo que dejaría en un segundo plano la reivindicación aragonesa de que sea por el Pirineo central. A su juicio, la apuesta que se hizo por Aragón en 2003 fue una equivocación del Ejecutivo central secundada por Bruselas. Aluden primero a que ya entonces se conocían las "reticencias francesas" a abrir los Pirineos por el centro, lo que no impidió al Gobierno de Aznar apostar por ese trazado. El segundo motivo que plantean lo enfocan desde una perspectiva económica. Según argumentan, el litoral Mediterráneo acoge a más del 40 por ciento de la población española, por lo que es clave garantizar para su desarrollo económico una salida directa de sus mercancías.

Las fuerzas de Cataluña y Valencia han potenciado ahora su reivindicación con la vista puesta primero en la reunión de alto nivel de la UE que se celebrará en junio en Zaragoza . Si consiguen que en esa cita -en la que se debatirá sobre el reglamento de las redes transeuropeas- haya un gesto hacia el corredor Mediterráneo, su siguiente paso será conseguir que en la revisión de éstas que promoverá la Comisión Europea en 2011 se incluya su corredor. Será en ese momento cuando Bruselas decida sobre si cede o no a la presión levantina y si mantiene el proyecto aragonés.

Desde el Gobierno central y el autonómico aseguraron ayer que la Travesía Central del Pirineo sí seguirá en la lista de prioridades. "No tengo ninguna duda de que nuestro eje continuará", manifestó el consejero de Obras Públicas aragonés, Alfonso Vicente, quien resaltó que "tiene financiación de los Estados y de la UE y además tiene ya constituida una agrupación".

Además, el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, se entrevistó recientemente con el primer ministro de Marruecos, Abbas El Farsi, para garantizarse su apoyo. El siguiente paso que se ha previsto es conseguir el favor de Portugal. El embajador ya visitó Zaragoza y comprometió su respaldo. Además, en breve, Iglesias se trasladará a Lisboa para mantener varios encuentros de alto nivel.

Estos pasos son consecuencia de más de una década de reivindicación aragonesa. Así, desde la Comunidad se ha trasladado a los agentes sociales e institucionales españoles, franceses y europeos la importancia del proyecto. Se ha hecho a través de la Fundación Transpirenaica (en la que están la DGA, las Cámaras de Comercio, la Universidad y los agentes sociales), desde la que se ha impulsado la reivindicación a través de constantes contactos con todos los agentes interesados, trasladando que no es solo de interés aragonés. "Es un proyecto del Norte de África, de toda la Península y del resto de Europa; no es un capricho nuestro sino un eje necesario", resumió ayer Alfonso Vicente.