PROTESTAS EN LA COSTA DORADA

Cataluña sigue poniendo trabas para dar recetas a enfermos crónicos aragoneses

Varios pacientes que pasan las vacaciones en la Costa Dorada denuncian que los sanitarios les niegan la medicación por no estar empadronados en esa comunidad.

María Rosario no ha podido conseguir sus recetas en el centro de salud de La Pineda.
Cataluña sigue poniendo trabas para dar recetas a enfermos crónicos aragoneses
JOSé MIGUEL MARCO

De vacaciones, pero sin medicación. Este es el problema al que se enfrentan cientos de aragoneses con enfermedades crónicas que pasan estos meses en la Costa Dorada y que ven cómo en algunos centros de salud de la comunidad vecina se niegan a darles la medicación si no se empadronan. Es el caso de María Rosario Villasana Martínez que, el pasado viernes, volvió del consultorio de La Pineda sin sus medicinas, a pesar de que, como ha venido haciendo en los últimos 15 años, presentó el papel que le había dado su médico de cabecera en Zaragoza.

"Llevo 35 años veraneando en Cataluña y nunca había tenido problemas, pero el otro día la enfermera se negó a darme la medicación. Además, me dijo que si quería presentar una reclamación formal por escrito debía de hacerlo en catalán. Me pareció vergonzoso, porque la asistencia sanitaria en este país debería garantizar que un enfermo crónico tome su medicación esté donde esté", explica Rosario.

Ella padece un problema de tiroides, además de una hernia de hiato, y debe tomar al menos seis medicinas diferentes cada día. Por eso, considera que la negativa del servicio de salud catalán pone en jaque su salud y la de todos los pacientes que están en su situación.

Como ella, hay muchas familias que se enfrentan al mismo problema. "Muchos aragoneses dependen de que sus hijos e hijas, que siguen en Zaragoza, recojan las medicinas ahí y después las envíen por mensajero o en el autobús hasta La Pineda", explica.

Desde el departamento de Salud y Consumo del Gobierno de Aragón aseguran que están en conversaciones con el servicio sanitario catalán y que, en principio, no debería haber problemas. No obstante, reconocen que el médico puede estar en desacuerdo con el diagnóstico de otro colega y negarse por esta razón a facilitar los medicamentos que había indicado el otro facultativo.

Sí que recomiendan que, si es posible, los enfermos crónicos pidan a su médico de cabecera en Zaragoza que les dé las recetas para los meses que vayan a estar fuera. Así, los pacientes podrán ir directamente a retirarlos a la farmacia sin pasar por el centro sanitario.

En concreto, la directora general de Atención al Usuario, Teresa Antoñanzas, aseguró recientemente que un enfermo crónico con el correspondiente historial clínico no debería preocuparse por nada, aunque reconoció que pueden surgir imprevistos, por lo que sugirió a este tipo de pacientes que se lleven las recetas o incluso los fármacos que necesiten durante el tiempo que van a estar fuera.

No obstante, Rosario duda de que el problema sea que el médico no esté de acuerdo con la valoración de su colega en Aragón, ya que insiste en que el facultativo del centro de salud de La Pineda ni siquiera la recibió, ya que el trámite es siempre el mismo: los pacientes le dejan la hoja con los medicamentos a la enfermera y, a los dos días, vuelven al centro de salud para recogerlos y ni siquiera hay conversación entre profesional y enfermo.

Más de 50.000 desplazados

La población de las localidades de la Costa Dorada aumenta exponencialmente en vacaciones. En concreto, la de Salou se multiplica por seis cada verano, y pasa de tener 30.000 habitantes en invierno a unos 200.000. De hecho, el centro de esta localidad atiende, entre los meses de junio y octubre, a más de 50.000 desplazados, de los que el 25% aproximadamente proceden de Aragón.

Esta avalancha es inevitable, pero se recomienda a los turistas que, antes de partir, recuerden llevar a sus destinos su tarjeta sanitaria y un documento que les identifique, como el DNI. Además, se pide a los enfermos crónicos que lleven prescripción de larga duración.