ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Aragón a la italiana: solo una provincia y 615 ayuntamientos menos

Italia apretaba el cinturón a su Administración pública hace unos días a través de un plan de recorte aplicable a ayuntamientos y provincias. La extrapolación de este plan dibujaría un Aragón desconocido.

Imagen aérea de Zaragoza, capital de la única provincia que sobreviviría al 'tijeretazo' italiano
Aragón desde las alturas
M. T.

El plan de ajuste presentado por el gobierno de Silvio Berlusconi el pasado 13 de agosto es tan claro como ambicioso. Desaparecerán las provincias de menos de 300.000 habitantes y las que tengan menos de 3.000 kilómetros cuadrados, decía el ministro de Reformas Institucionales italiano. También pasarán a mejor vida los ayuntamientos con menos de 1.000 vecinos censados.


Los cálculos del Gobierno italiano contemplaban la supresión de 29 a 35 provincias y de casi 2.000 consistorios. Normal que Berlusconi aprobara el plan con “todo el dolor de su corazón” aunque el ahorro se cifre en torno a los 45.500 millones de euros.


El Plan de ajuste italiano aplicado a España dejaría un mapa político totalmente desconocido. A la comunidad autónoma aragonesa le afectaría sobremanera, ya que desaparecerían dos de sus provincias, Huesca y Teruel, y más de 600 corporaciones municipales.


Las provincias de Huesca y Teruel se eliminarían por tener ambas menos de 300.000 habitantes. En el caso de la primera son 228.566, mientras que la segunda solo alcanza los 145.277, según los últimos datos de población disponibles en el Instituto Nacional de Estadística (INE), que están actualizados a fecha 1 de enero de 2010.


La escabechina sería mucho mayor en lo que a Ayuntamientos se refiere. El ‘tijeretazo' italiano contempla que todos aquellos consistorios con menos de un millar de empadronados serán disueltos. De los 731 ayuntamientos que hay en Aragón, solo un 15,87% supera los 1.000 habitantes, porcentaje que se traduciría en la desaparición de 615 entidades locales.

En toda España, 10 provincias menos

Junto a Huesca y Teruel, desaparecían por razones demográficas las provincias de Ávila, Cuenca, Guadalajara, Segovia, Soria y Zamora, de acuerdo con los datos de población del INE.


Mientras, por razones de superficie, se suprimirían las provincias de Guipúzoca y Vizcaya, y se salvaría por poco la tercera provincia vasca, Álava, que tiene una superficie de 3.037 kilómetros cuadrados.

Poca voluntad política


La idea de que la Administración Pública española está sobredimensionada no ha comenzado a afianzarse en la clase política hasta que las dificultades económicas se han apoderado de instituciones públicas de todo orden y condición cebándose, cómo no, con las de menor entidad. Sin embargo, la reducción del excelso tamaño de la Administración es una reivindicación muy antigua de los expertos en Derecho Administrativo.


Este mismo lunes, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, presentaba un proyecto de transformación de las diputaciones provinciales. En él, Rubalcaba y su equipo plantean que el Gobierno y la administración de la provincia estén encomendados a un Consejo de Alcaldes, que carecería de estructura política. El objeto del plan: simplificar, evitar duplicidades y, sobre todo, conseguir un ahorro de unos 1.000 millones de euros.


La propuesta de eliminar las diputaciones provinciales es uno de los platos fuertes del programa electoral socialista para el 20-N, algo que no parece compartir el PP. El pasado viernes, la presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, respondía a Rubalcaba que la clave no está en la supresión de las diputaciones provinciales sino en cómo se administran las instituciones públicas.


Al respecto, Cospedal exponía que el PP se presentará a las elecciones con un plan de racionalización y reordenación de las administraciones públicas que pretende evitar la duplicidad de competencias entre el Estado, comunidades autónomas, ayuntamientos y las mancomunidades de municipios.