Nuevas multas para taxistas en Aragón

No seguir las indicaciones de los pasajeros o dar rodeos con el taxi para incrementar el coste de la carrera acarreará multas que oscilarán entre los 91 y los 900 euros. Así figura en la nueva Ley del Taxi que se ha aprobado este jueves en las Cortes de Aragón para actualizar en reglamento del sector que estaba en vigor desde 1979. La norma fija las obligaciones de los profesionales, pero también las de los clientes. Y es dura, sobre todo, para los usuarios que intenten huir sin pagar, que deberán abonar 50 euros y el servicio disfrutado, y para los que vomiten por ingesta de alcohol en el interior del taxi, que cometerán una infracción grave (de 91 a 900 euros) y tendrán que asumir el coste de la limpieza del vehículo y las tres horas que estará el taxi fuera de la circulación.

La infracción más grave en la que pueden incurrir los profesionales es realizar servicios de taxi sin tener los títulos pertinentes en regla, una práctica que podría llevar consigo la inmovilización del vehículo y una sanción de 4.000 euros. Si se utiliza el vehículo profesional para realizar actos ilícitos y dolosos, se llegaría a plantear incluso la extinción de la licencia. También se enfrentarán a las multas más cuantiosas, que irán de los 901 euros a los 1.800, los que abandonen a los viajeros sin prestar el servicio para el que fueron requeridos y los que manipulen los taxímetros.

Aunque es una práctica habitual, los usuarios tendrán garantías de que recuperarán cualquier objeto que se dejen olvidado en el taxi, como ocurrió hace unos días cuando una zaragozana de 90 años, que recuperó 100.000 euros gracias a uno de los conductores. Los profesionales del sector que retengan objetos de los usuarios, y que no los entreguen en 72 horas como plazo máximo en una oficina municipal, cometerán una infracción grave (de 91 a 900 euros). Negarse a facilitar hojas de reclamaciones a los pasajeros, incumplir los turnos y el régimen tarifario o buscar pasajeros en estaciones, aeropuertos y hoteles, fuera de las paradas habilitadas, conllevará la misma sanción.

La norma busca garantizar la calidad del servicio y recoge el derecho del pasajero a "recibir una correcta atención". Podrá determinar las condiciones de confort del habitáculo y requerir al conductor para que encienda o apague la calefacción. El trato desconsiderado a los clientes o la no prestación del servicio en las condiciones de higiene o calidad acarreará multas leves, por un máximo de 90 euros. También se considera una infracción leve no disponer de cuadros de tarifas visibles para el consumidor.

Las sanciones se graduarán en función de los daños y perjuicios ocasionados, la intencionalidad y la reincidencia, y el importe se reducirá a la mitad cuando se haga efectivo antes de los 30 días siguientes a la notificación.

La nueva Ley del Taxi, que regula también los tipos de vehículos y las licencias, tiene como objetivo garantizar la calidad del servicio y proteger a las 2.000 familias que viven del sector.