Fernando Mur Alegre: "Un libro de texto jamás puede ser un manual de fe"

Fernando Mur Alegre (Huesca, 1970) es licenciado en Ciencias Económicas y director del Instituto de Educación Secundaria Pirámide.

Pocas atalayas tan privilegiadas como la tarima de un maestro. ¿Qué se divisa desde allí?

Los alumnos, el presente que va a construir el futuro. Ellos son el futuro. Es una visión apasionante para quien ame la educación.

Si levanta la cabeza, ¿ve más genios o crápulas?

Estamos hablando de Educación Secundaria, de la adolescencia. Son muchachos que se están formando, que quieren adquirir más y más conocimientos. Un aula es el reflejo de la sociedad, allí encuentras de todo; pero a mí siempre me gusta quedarme con lo bueno. Tengo muchos motivos para sentirme satisfecho.

¿Qué tópicos son los más escuchados?

La adolescencia es un momento de cambio. Quieren crecer, vivir; pero también hay una mirada permanente hacia el futuro.

El siglo XX fue el siglo de la juventud. Woodstock, el Mayo Francés, los Beatles, el rock and roll... ¿Los jóvenes del siglo XXI encuentran ahora su sitio en el mundo?

Desde luego, lo intentan. Sin ninguna duda, quieren hacerse un sitio en un espacio cada vez más competitivo, con mayores exigencias de todo tipo. Ellos son muy conscientes de la situación. Saben que es un mundo apasionante.

¿Lo tienen más fácil que las generaciones anteriores?

Se han cumplido 50 años de la Universidad Laboral de Huesca. Cuando se reunieron los primeros alumnos, todos evocaban las dificultades que ellos atravesaron en su tiempo. Todo tiempo tiene su dificultad. Yo estudié EGB y BUP hace 30 años en San Viator y guardo un recuerdo gratísimo de compañeros que no olvidaré nunca. Por ejemplo, Christian Lapetra, ahora presidente del Zaragoza. Curiosamente, jugábamos juntos en el equipo del colegio a baloncesto.

¿Qué tal jugaba Christian?

Muy bien. Recuerdo que un día metió más de 50 puntos.

Qué me dice, más de 50 puntos... ¡Cómo Petrovic!

En ese partido metió muchos puntos al contragolpe.

Cuenta con gozo anécdotas como esta. ¿Qué no puede contar de lo que acontece en el aula? ¿Qué es lo mejor y lo peor que le ha ocurrido?

Lo peor fue el día que tuve que frenar a un alumno de 15 años que estaba drogado. Afortunadamente, lo mejor es el desarrollo de mi misma pasión educativa.

¿Qué virtudes hay que reunir para, además de ser profesor, ser director?

Soy director del Instituto de Educación Secundaria Pirámide desde 2011. Quizá debería preguntárselo a quien me eligió... Intento innovar, sumar, ser ordenado...

¿Y para ser presidente de la Asociación de Directores de Instituto de Huesca y portavoz de la de Aragón (Adiaragón)?

Creo que la idea de aglutinar y avanzar es esencial. Además de la afirmación del profesor.

En la educación de un adolescente, ¿es más importante un padre o un profesor? ¿Se forma más en la propia casa o en el aula?

¡Vaya pregunta...! (silencio explícito). Son valores y formaciones diferentes, complementarios y a la vez importantísimos.

¿Cree que internet arrebata cada vez más funciones al padre y al profesor?

La influencia de internet en nuestras vidas es irrebatible, también en la de los jóvenes. De ahí a arrebatar funciones a padres y profesores... Padres y profesores son básicos. Internet, usado racionalmente, es positivo.

A veces entra pánico al abrir algún libro de texto. Por ejemplo, ese libro de Historia que habla de lo que nunca existió: de la Corona Catalano-aragonesa...

Un libro de texto jamás puede ser un manual de fe. Yo, por ejemplo, las tres asignaturas que imparto (Economía, Economía de la Empresa y Fundamentos de Administración y Gestión) las desarrollo sin libro de texto.

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