"Las limitaciones deben unirse a campañas para el uso racional del agua"

La suspensión del baldeo de calles, el cierre del grifo en todas las fuentes públicas y la reducción del caudal de riego en los parques en aplicación del plan de emergencia por sequía de Teruel han conseguido reducir el consumo de la ciudad en un 5%. La contrapartida son algunos espacios públicos muy concurridos cada día más sucios, las zonas de césped de los jardines amarillentas y las fuentes donde se veía correr el agua y se escuchaba su rumor, secas.

Para el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos San Fernando, Pepe Polo, las medidas adoptadas son comprensibles ante el agotamiento de la principal fuente de suministro de la ciudad, el pantano del Arquillo –al 15% de su capacidad–, pero considera que deberían ir acompañadas de una campaña de "sensibilización" vecinal sobre la necesidad de hacer un uso racional del agua.

Polo considera que el efecto más relevante de la desecación de todas las fuentes públicas es "estético", pero añadió que el impacto visual de esta medida debería aprovecharse con fines educativos y para reforzar la "concienciación social" sobre el problema de la escasez de reservas hídricas en la ciudad, un inconveniente que, según el dirigente vecinal, con el cambio climático "irá a más".

La suspensión de los baldeos debería aplicarse con más flexibilidad, según el presidente de la Federación San Fernando, y tener en cuenta la mayor suciedad acumulada en las zonas de ocio nocturno o donde se celebran actos públicos. Estos lugares se han ensuciado, generan malos olores y dan una "mala imagen" de una ciudad con vocación turística como Teruel, según Polo.

La suspensión de la limpieza de las calles mediante riego no puede aplicarse "por igual en todos lados", según Pepe Polo. Añade que en las "zonas de copas" se empieza a notar la acumulación de suciedad sobre el pavimento. La única salvedad a la cancelación de los baldeos fue el lavado de la Glorieta del pasado jueves para eliminar las manchas acumuladas tras ser escenario de las verbenas de Nochevieja y Reyes. Los camiones de baldeo utilizaron agua tomada de una acequia para no detraer caudales de la red para agua de boca.

La primera remesa de restricciones supone la aplicación del primer nivel del plan municipal de emergencia por sequía. Los recortes están en vigor desde finales de octubre y podrían incrementarse si la falta de precipitaciones se prolonga. Además, de acuerdo con el criterio de la Confederación Hidrográfica del Júcar, el pantano del Arquillo ha pasado de aportar el 80% del agua que consume Teruel al 50%. El resto llega de pozos.