Más de 350 familias fueron atendidas en 2017 en el plan 'Ni un hogar sin energía'

La fundación zaragozana Ecodes puso en marcha en 2013 este programa que ayuda a reducir la factura de la luz y mejorar el confort en las viviendas.

Punto de atención que se realizó en diciembre en Garrapinillos con la colaboración de Cáritas
Punto de atención que se realizó en diciembre en Garrapinillos con la colaboración de Cáritas
Guillermo Mestre.

La pobreza energética no es un concepto nuevo pero se ha agravado desde el comienzo de la crisis. En 2013 la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes) puso en marcha a nivel nacional el programa ‘Ni un hogar sin energía’ con el objetivo de ayudar a reducir la factura de la luz a consumidores vulnerables y mejorar el confort de sus viviendas con pequeñas medidas de micro eficiencia o solucionando algunos de los problemas que puedan presentar estas como humedades y cerramientos. En estos cuatro años ha atendido a un total de 483 familias aragonesas, de las que la mayor parte, 352 (lo que supone un 72,8%), fue a lo largo de 2017.

Este asesoramiento para ajustar las tarifas de las facturas deriva la mayoría de las veces en el cambio a un contrato con discriminación horaria o en la obtención del bono social eléctrico. Una alfabetización energética que a veces también se acompaña de pequeñas mejoras y obras en los hogares como el cambio de ventanas y la reparación de tejados y calderas.

Estas acciones se hacen a través de los puntos de atención y las redes de voluntariado, al que se forma desde Ecodes, tanto ciudadano (que cuenta con el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza, Inditex y La Caixa) como corporativo (con la implicación de trabajadores de empresas como Leroy Merlin, Mapfre o Endesa). La capital aragonesa cuenta actualmente con un grupo de 25 voluntarios y la idea es ampliar este proyecto a otras localidades de la Comunidad. Esta iniciativa está también en marcha en Barcelona, Madrid, Sevilla y Antequera.

La directora de Cambio Climático y Energía de Ecodes, Cecilia Foronda, destaca que se ha detectado que un 47% de los hogares tienen potencias contratadas demasiado altas, lo que se traduce en recibos elevados. Además, un 71% de las familias con las que se ha trabajado cumplían los requisitos para tener derecho al bono social, aunque solo un 18% disfrutaban del mismo.

Foronda también llama la atención sobre el hecho de que muchos de los hogares vulnerables están en el mercado libre, a pesar de que resulta más ventajoso cambiar al regulado, donde este colectivo se encuentra más protegido y con posibilidad de optar al bono social. «En los clientes que están en el mercado libre hemos comprobado que se cobran hasta cinco euros mensuales por un servicio de mantenimiento que muchos clientes desconocen que están abonando», pone como ejemplo esta técnica de Ecodes.

Ahorrar un 32% en el recibo

A cualquiera le puede sorprender saber que el recibo se puede llegar a abaratar hasta un 32%. Según los datos que ha ido recopilando Ecodes, la optimización de los contratos permite economizar un promedio del 22% de su coste (entre 95 y 120 euros al año). Otro 10% (entre 40 y 60 euros anuales) se puede ahorrar con simples cambios de hábitos y acciones básicas como la instalación de burletes en las ventanas y faldones en la puerta exterior.

Uno de los últimos proyectos que se puso en marcha el pasado septiembre, con el respaldo económico del Gobierno de Aragón y Endesa, persigue llegar a 600 familias con escasos recursos. Aunque en principio se iba a desarrollar hasta finales de 2017, se va a prolongar hasta el próximo febrero.

Tres técnicos de la fundación se encargan de los puntos de atención que se montan en las localidades y en los que se analizan los contratos energéticos de las personas que acuden. Se van a organizar hasta unos 60 puntos de atención en Zaragoza, Barbastro, Monzón, Calatayud, Teruel, Valderrobles, Híjar, Alcañiz, Calanda, Calamocha, Alcorisa, Mora de Rubielos y otras poblaciones que puedan estar interesadas.

Estos asesores viajan con los kit básicos de eficiencia energética para los hogares que se facilita a los usuarios. Cada uno contiene bombillas led, burletes, aislantes para las puertas, reflectores para los radiadores y temporizadores para los termonos eléctricos. No son la solución para la mayoría de las viviendas antiguas, que arrastran problemas estructurales y que fueron edificadas antes de que en 1972 se obligara a construir con aislamientos, pero palían la pérdida de calor cuando no se pueden acometer mejoras de mayor calado.

Cecilia Foronda reconoce que resulta complicado «identificar y llegar» a las personas que pueden beneficiarse de este servicio, y que por ello es «fundamental» la implicación de los servicios sociales de cada comarca o municipio y la «difusión» que se haga.

El perfil de usuarios es muy variado, pero entre ellos se encuentran personas mayores con bajos ingresos que sí pagan la luz pero a costa de pasar frío. Una de las asignaturas pendientes del programa es llegar a hacer un mayor seguimiento de los casos que se atienden, una cuestión que se quiere abordar el futuro. Para ser atendido en el programa de Ecodes ‘NI un hogar sin energía’ o informarse sobre el mismo se puede llamar al teléfono 639 727 662 o consultar en www.niunhogarsinenergia.org.

Puntos de asesoría municipales

Hay que tener presente que los ayuntamientos de Zaragoza y Huesca disponen de sus propios puntos municipales de asesoría energética. Desde el de la capital aragonesa, que se encuentra en la sede de Zaragoza Vivienda, se han prestado desde su inauguración en julio de 2015 un total de 238 atenciones. Mientras, en el de la capital oscense, que funciona en la Oficina de Vivienda, a lo largo de 2017 se medió en 42 casos.

La DGA asume más de 10.000 facturas

El Gobierno aragonés asumió el año pasado 10.371 facturas de 7.000 familias vulnerables para evitar que les cortaran la luz, a lo que destinó 1.022.000 euros. La DGA tiene la obligación legal de sufragar los recibos de las familias que ingresan menos de 1.065 euros al mes y no pueden hacer frente a los pagos.

A la provincia de Zaragoza aportó 852.500 euros; a la de Huesca, 132.400 y a la de Teruel, 37.700. De estas cantidades, el Ayuntamiento de Zaragoza recibió 700.000 euros y otorgó (hasta finales de noviembre de 2017) 3.052 ayudas de electricidad por un valor de 465.381 euros y 750 para el gas, por 111.164 euros.

Al Ayuntamiento de Huesca se concedieron 55.200 euros y este dio 157 ayudas de luz y gas (20.327 euros). En el caso del Ayuntamiento de Teruel, la DGA le aportó 22.000 euros. Para el pago de los recibos eléctricos Calatayud recibió 41.500 euros y Utebo 19.000. El resto de municipios reciben el dinero a través de las comarcas.

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