El cambio de año volverá a exigir un esfuerzo extra a los bolsillos aragoneses. A pesar de que casi todas las administraciones públicas han optado por la moderación y por mantener la presión fiscal, varios de los recibos más esenciales se encarecerán este 2018. En la DGA, el  proyecto de ley de presupuestos del Ejecutivo PSOE-CHA prevé un incremento en la recaudación de impuestos directos e indirectos de hasta un 12,5%. Igualmente, se esperan mayores ingresos por las tasas, las transferencias corrientes y los ingresos patrimoniales. Sin embargo, el consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, defendió que esto ocurrirá por "la mejora de la actividad económica".

En cualquier caso, la llegada del polémico Impuesto de Contaminación de las Aguas (ICA) a los vecinos de la capital aragonesa les encarcerá su recibo hasta 73 euros. Más de 4.000 zaragozanos ya han recurrido el pago contra la "doble tributación" de este impuesto del que hasta ahora estaban exentos porque el Ayuntamiento había costeado íntegramente sus propias depuradoras.

También se incrementará la factura de la electricidad, pero en este caso, como consecuencia de los mayores costes de generación, ya que el Gobierno central congelará la parte regulada de la tarifa por cuarto año consecutivo. Si 2017 cerró con un incremento del recibo cercano al 10% por culpa, entre otros, de la sequía, la previsión para este año es similar.

En cuanto a las autopistas, el precio medio del peaje sube casi un 2% -el primer incremento en dos años– por la recuperación del tráfico rodado y el ‘rescate’ de las nueve vías de pago quebradas, previsto para este 2018. Mientras, la evolución de los carburantes tampoco arroja buenas perspectivas. La gasolina cerró el año un 11% más cara que el enero pasado, y el gasóil, un 20%. La reducción de la producción acordada mantendrá esta línea de precios. Por su parte, la tarifa del butano se revisará dentro de dos semanas. Este año la bombona ha pasado de costar 12,90 euros a 14,45.

Por contra, los usuarios del tren no pagarán más por viajar, al menos de momento. Renfe no ha anunciado una subida de tarifas y sigue apostando por las ofertas y promociones.