Sembrar las bases de un buen sistema

Empezamos un año de resultados. Desde julio de 2015 hemos venido sembrando las bases para reorganizar el sistema sanitario aragonés, empezando desde la base, sus trabajadores. Uno de nuestros retos es dar estabilidad a las plantillas del Servicio Aragonés de Salud. Y, para lograrlo, hemos sacado a oposición más de 700 plazas de médicos especialistas, a los que se suman muchas otras categorías, y cuyos exámenes se realizarán en los primeros meses de este año.

Ofertar plazas en propiedad es un paso imprescindible, pero no el único. Hemos normalizado las bolsas de interinos y los concursos de traslados; ampliado la posibilidad de retrasar la edad de jubilación de los facultativos; y elaborado un plan para incentivar las plazas de difícil cobertura.

Un buen sistema de salud comienza por un buen ordenamiento de sus recursos humanos, porque son su motor y no hay que dejar de agradecerles su esfuerzo diario por la salud de todos los aragoneses. Pero ese motor necesita de otros elementos.

Necesita tecnología, y por eso estamos renovando desde los ordenadores de Primaria hasta la alta y media tecnología que se usa para el diagnóstico y tratamiento de graves enfermedades. Necesita infraestructuras, de ahí nuestro impulso al hospital de Alcañiz, a las nuevas urgencias del hospital San Jorge y a las ampliaciones y nuevos centros de salud de Illueca, Mosqueruela, Huesca o Binéfar.

Y necesita planificación, tener una idea sobre la que pivotar la organización de todos los recursos para ofrecer un servicio de calidad, con equidad y eficiencia. En esta legislatura hemos preparado varios planes, que no son solo letra sobre el papel. Son ideas que pretenden cambiar cosas en la organización para modernizarla y mejorarla.

Precisamente eso es, por ejemplo, el plan de salud mental, con el que vamos a abordar los problemas de cada paciente como un único proceso, en el que a la persona se le ofrezca en cada momento el recurso que mejor se adapta a sus circunstancias, con una coordinación de todos los profesionales implicados.

Las entidades y colectivos sociales relacionados con la salud mental han participado activamente en la confección de este documento, que plantea el abordaje de estos trastornos mentales en Atención Primaria. También abarca un proyecto específico para los trastornos infantojuveniles, un ámbito este último en el que debemos implicarnos todos como sociedad, para prevenirlos, para estar atentos a las señales de alarma y para ayudar a su corrección.

He mencionado el papel de la Atención Primaria en el área de salud mental. Pero la Primaria debe ser el eje para todo el sistema, reforzada, con más personal, mejores medios y mayor capacidad de resolución, que sea la piedra angular de la asistencia y el control al enfermo crónico, y en las políticas de prevención.

Por supuesto, durante el año 2018 seguiremos trabajando por mejorar las esperas de los ciudadanos. Con un mejor control de las listas y de la actividad quirúrgica hemos conseguido disminuir considerablemente las demoras, pero entiendo que para el que espera, siempre es demasiado. Y por eso, no cejaremos en nuestro empeño de mejorar la organización y el rendimiento de nuestro sistema.

Y esa coordinación pasará, sin lugar a dudas, por favorecer el trabajo conjunto de todos los hospitales, sobre todo los dos grandes centros de Zaragoza, y por usar cada día más las nuevas tecnologías para una mejor asistencia, fomentando programas como el anillo radiológico o la interconsulta virtual.

Creo sinceramente que tenemos un buen sistema de salud, basado en la solidaridad de todos los ciudadanos y con los mejores profesionales. Pero también creo que nuestra sociedad está cambiando muy rápido y las organizaciones debemos adaptarnos y dar respuestas a esos nuevos retos.