La UZ amplía las salas de estudio abiertas en Navidad: hasta 383 plazas

La Navidad es un periodo de descanso y juegos para los más pequeños pero, a medida que avanzan los años, crecen las ocupaciones académicas. Prueba de ello son los estudiantes universitarios, que aprovechan los días de fiesta (desde el 23 de diciembre hasta el 8 de enero) para ponerse al día con los trabajos grupales y empezar a estudiar para los exámenes de enero. Teniendo en cuenta esta situación, no es de extrañar que la Universidad de Zaragoza haya apostado por habilitar 298 plazas más en sus bibliotecas y salas de estudio para estas jornadas.

“Es algo que se venía pidiendo desde los colectivos de estudiantes y, tras varias reuniones, por fin podemos decir que hay una oferta amplia, que esperemos que sea suficiente”, puntualiza José Antonio Gadea, representante del colectivo de Estudiantes en Defensa de la Universidad (EDU). De este modo, en los próximos 15 días no solo estará disponible el pabellón de Filología del campus San Francisco (con 540 vacantes); si no que también abrirá sus puertas el sótano de Educación (con 298 plazas). “Esta es la primera vez que este espacio está disponible en Navidad. Aunque hay que recordar que para los exámenes de verano ya se puso a disposición de los alumnos”, recuerda Gadea.

Además, algunos espacios de la Universidad de Zaragoza cambian su horario, con el objetivo de adaptarse a las necesidades existentes. En concreto, a partir de enero y durante los periodos de exámenes, tanto la planta baja de Educación (140 plazas) como la facultad de Economía y Empresa (312 vacantes) abrirán a las 8.15, en vez de las 9.00, que era el horario habitual. El resto de salas de estudio y bibliotecas mantienen los horarios que tenían el año pasado.

“A mediados de enero comprobaremos si realmente esta apuesta es suficiente”, puntualiza Gadea. En esos momentos es cuando más estudiantes aprovechan estos espacios para estudiar de cara a los exámenes. Lo mismo ocurre durante los meses de mayo, junio y julio “ya que se unen tanto los alumnos que se preparan para la Selectividad como aquellos que ya son universitarios”. En estas épocas, los peores días para encontrar un sitio libre son los fines de semana y los festivos. Durante el resto de jornadas, las facultades tienen sus propias bibliotecas con las que absorben toda la demanda.

“En el caso de que estos esfuerzos no sean suficientes, tendríamos que hablar con otras instituciones para que se consiga cubrir toda la demanda”, puntualiza Gadea. Pone como ejemplo que el Gobierno de Aragón abriera el año pasado el IES Goya durante los exámenes de Selectividad. El objetivo era disminuir la presión de asistentes que existe en las salas de estudio del campus público universitario. Asimismo, señala que se podrían analizar las opciones existentes en las bibliotecas municipales.

Filosofía y Letras, un problema a medio plazo

Las obras de la facultad de Filosofía y Letras suponen un problema a medio y largo plazo, especialmente, si se tiene en cuenta que es el espacio que más plazas tiene para que los universitarios puedan estudiar. “El rectorado se ha comprometido a habilitar otros espacios cuando éstos se tengan que cerrar por las obras; pero somos conscientes de que no hay ningún otro lugar de la Universidad de Zaragoza que pueda ofrecer tantas plazas de estudio”, explica Gadea.

Desde su punto de vista, la única solución sería la apertura y publicidad de otras bibliotecas: “Hay veces que en Zaragoza hay huecos libres para estudiar en un centro cívico, pero el pabellón de Filología está lleno. Lo ideal sería informar a los estudiantes de todas las opciones que existen”. La UZ y el Ayuntamiento de Zaragoza están colaborando en una aplicación que permita mejorar en estas cuestiones.