El precio que ha puesto Podemos a su respaldo a la tramitación de los presupuestos de 2018 se reduce a unos 14 millones de euros sobre un gasto total, que asciende a 6.162. Este es el coste estimativo de las partidas que ha introducido o mejorado en el borrador que puso encima de la mesa el equipo negociador de la DGA hace tres semanas, aunque el líder de la formación morada, Nacho Escartín, optó ayer por inflar la cifra "a mucho más de 100 millones". Para ello, sumó partidas que figuraban de antemano en las cuentas al considerar que son, literalmente, "conquistas propias de Podemos".

Pese a haber convertido la emergencia social en el pilar de su discurso político, la realidad es que el acuerdo firmado por el consejero de Hacienda, Fernando Gimeno, y el consejero de Podemos y jefe de gabinete del alcalde de Zaragoza, Iván Andrés, dedica más espacio a explicar sus logros para las brigadas forestales que a los de Educación o Sanidad. De hecho, la ampliación del crédito para el gasto social se limita a poco más de seis millones.

Escartín compareció ayer en las Cortes para desgranar supuestamente el acuerdo cerrado con la coalición PSOE-CHA, aunque en ningún momento llegó a detallar el importe económico de las aportaciones de la formación morada. Se limitó a patrimonializar más de 100 millones del gasto que ya figuraba en el borrador presupuestario. Y para justificarlo, aludió a que ese estaba en el documento inicial a modo de "caramelicos", porque el Gobierno de Lambán los puso, dijo, "inteligentemente" para contentarlos. "Eso es ser muy listo, pero lógicamente, nosotros vamos a sacar pecho también de muchas de las cosas que hemos consolidado en un presupuesto que año a año hemos visto que tenía grandes agujeros", dijo.

El documento firmado tampoco aporta cifras más allá de dar el porcentaje de aumento de la partida para cooperación al desarrollo (87,5%) o que se multiplican por dos y por cuatro las ayudas para el alquiler y la conservación del patrimonio cultural, respectivamente. Pero incluso puede llevar al equívoco, dado que la financiación de Vivienda se nutre fundamentalmente del Estado, que no está afectada por este acuerdo político y, por tanto, seguirá habiendo personas que no tengan acceso a las ayudas por mucho que diga lo contrario el documento.

El único dato facilitado por Podemos es el millón de euros para la ampliación y mejora de la red de consultorios médicos en el medio rural. El mismo dinero irá a la implantación de un plan de cocinas en los colegios o el aumento de las becas de investigación.

Una de las partidas de Podemos que más dinero se lleva es la ampliación del operativo antiincendios y la mejora de las condiciones laborales del personal de los espacios naturales, que ascienden a unos 2,5 millones.

Además, parte de los logros se fían al trámite de enmiendas del presupuesto, como es el caso del aumento de la prestación del IAI.

La formación morada también incluye como mejora la contratación de 49 profesionales en salud mental y 80 para las áreas de Medicina de Familia y Enfermería. El acuerdo no especifica el coste, que podría rondar los 5 millones, y se limita a recoger que el Salud destinará "los recursos necesarios". Tampoco se hace al apuntar que se duplicará la plantilla de inspección de negocios turísticos (de dos a cuatro funcionarios). Mucho menos detalla si esto se logra a costa de aumentar el gasto inicial destinado a personal, que es genérico, o reasignando los fondos.

Los escollos

El secretario general de Podemos-Aragón, Nacho Escartín, aseguró ayer que el acuerdo presupuestario alcanzado con el Ejecutivo PSOE-CHA sigue presentando "escollos". Admitió no estar exultante, ya que el borrador solo llega "a un aprobado raspado". En su opinión, aún no tiene "el color" que querría la formación morada, de ahí que vaticine un "trabajo duro" de cara a la fase de enmiendas, en la que intentarán introducir todo aquello que ha quedado fuera.

Aunque recalcó que "no hay líneas rojas" –algo que "contradiría" el "talante" que creen haber demostrado durante esta primera fase–, aspectos como el periodo de contratación de las brigadas antiincendios, que a raíz de las negociaciones ha pasado de 8,5 meses a 10,5, siguen sin ser del agrado de Podemos. El partido "seguirá peleando" por alcanzar los 12. "Si llegamos a los 12 meses será porque nos seguiremos poniendo cabezones, pero no por el Gobierno de Lambán", recalcó Escartín, que ayer compareció junto a la portavoz de Podemos, Maru Díaz, y a la diputada Marta de Santos para desgranar las claves del acuerdo.

El secretario general de la formación morada avisó de que esta buena sintonía "se puede romper" en la fase de enmiendas, aunque espera que no se así. El ‘sí’ definitivo de Podemos, ligado a su asamblea ciudadana, dependerá en buena medida de las propuestas que termine aceptando el Ejecutivo PSOE-CHA, ya que hasta ahora "se han tocado las líneas maestras, pero no se ha entrado al detalle". "Tenemos montones de iniciativas de colectivos que querríamos que entrasen. Solo en Desarrollo Rural, que es la que más conozco, están infradotados los seguros agrarios ni hay formación y acompañamiento suficiente para nuestros agricultores. También se puede mejorar la gestión ambiental", señaló.

Los podemistas, en cualquier caso, se reservan el derecho a participar en la redacción de las bases reguladoras y las convocatorias incluidas en el acuerdo presupuestario, cláusula con la que quieren garantizar que estas partidas se ejecutan como quiere Podemos. También utilizarán los mecanismos de control propios del Parlamento autonómico.

Respecto a la continuidad de las cuentas, que podrían terminar siendo prorrogadas teniendo en cuenta que 2019 es año electoral, Escartín reconoció que la formación "todavía no ha valorado esa posibilidad". "Este es el mejor presupuesto de la legislatura, ya que incluye las cuestiones principales, pero en 2019 ya veremos. El tiempo pasa muy rápido y al mismo tiempo pasan muchas cosas", aseveró.