"El asesino nunca se marchó de los alrededores"

Los vecinos de Albalate tratan de volver a la normalidad, entre ellos una familia que se topó una madrugada con un hombre en su masico, posiblemente Norbert Feher.

Pequerul señala el lugar por donde pudo haber entrado El Ruso en su finca.
Pequerul señala el lugar por donde pudo haber entrado El Ruso en su finca.
B. Severino/La Comarca

En la huerta de las inmediaciones de la casa de la familia Pequerul, de Albalate del Arzobispo, todavía hay huellas de un hombre de gran envergadura que podrían pertenecer a Igor el Ruso, quien presumiblemente entró en la finca y avanzó a pasos agigantados.

En esta casa ubicada en La Marina, en la margen derecha de la A-223 en dirección a Andorra (muy cerca del cementerio), en la madrugada del 11 de diciembre se presentó un individuo. En esos días en Albalate y alrededores se buscaba al pistolero que había protagonizado un tiroteo en la tarde del 5 de diciembre dejando a dos vecinos heridos. "Decían que el autor se había ido pero los vecinos que conocemos el entorno no lo creímos y, sorprendentemente, mi padre vio a un hombre extraño en casa", cuenta Vanesa Pequerul, que llamó a la Guardia Civil en la noche del 11.

A las 2.33 de la madrugada su padre escuchó el ruido de un cubo movido por una patada o un tropiezo en la puerta de casa. Le siguió un carraspeo que alertó al dueño de la casa. "A sus 72 años, se levantó de la cama y vio por la ventana a un hombre de cintura para arriba que trató de esconderse. Mi padre es cazador, se giró para coger la escopeta y al volver a la ventana esa persona salió huyendo", cuenta. En ese momento había cuatro personas en casa.

La Guardia Civil se personó en 33 minutos según calculó Pequerul. "No me sorprende. Los guardias civiles hacen lo que pueden pero creo que hay falta de medidas de seguridad cuando sabían que había una persona suelta desde el primer tiroteo del día 5. Solo había en ese momento una pareja que bajaba de Andorra y entiendo que le costase media hora", cuenta.

Esa noche se recomendó a la familia ir a dormir al pueblo unos días. "Es lamentable que tengas que dejar tu casa porque, además, eso puede atraer a ladrones de otro tipo. Estamos desprotegidos en el medio rural", añadió.  . Ni frutas, ni hortalizas ni ropa ya sea porque al asaltante no le dio tiempo a llevarse nada o porque solo atravesó la finca de paso.

La casa está a solo un kilómetro en línea recta del masico en el que Manuel Andreu y Manuel Marcuello fueron heridos en la tarde del martes 5 de diciembre. Según algunos vecinos, el pistolero podría haber dormido esa misma noche en otro masico cercano. Está deshabitado durante buena parte del año pero hay una persona a su cargo que al ir a cuidar a los perros, según cuentan, se encontró con que alguien, ya sea Igor el Ruso u otra persona, habría entrado por una ventana, comido frutos secos en el interior y dormido en una habitación.

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