Policías en la nieve, contra el intrusismo entre monitores

Las estaciones de la Comunidad son vigiladas por agentes desde la pasada temporada de esquí. Los resultados son "satisfactorios".

Dos agentes, en la estación de esquí de Formigal.
Dos agentes, en la estación de esquí de Formigal.

Probablemente lo desconoces pero, mientras tú te deslizas por las pistas de esquí aragonesas, policías nacionales te protegen. No es que nuestras estaciones sean especialmente inseguras. Tampoco es que aquí se perciban conductas inadecuadas con más frecuencia que en otros lugares. La presencia de estos agentes se debe, fundamentalmente, al interés por atajar el intrusismo entre monitores.

Pertenecen a la Unidad de Policía Nacional Adscrita a la Comunidad de Aragón, visten como cualquier otro esquiador -aunque con un chaleco amarillo identificativo- y poseen una técnica depurada que les permite descender por cualquier zona. Y es que, más allá de esa labor de detección de casos de competencia desleal, los agentes también acuden al rescate de personas accidentadas o en riesgo.

Este tipo de vigilancia se estrenó a mitad de la campaña de nieve 2016-2017 y, atendiendo a sus satisfactorios resultados, la Dirección General de Justicia e Interior ha decidido mantenerla. “Todavía no se ha fijado una fecha concreta, pero se retomará la actividad en breve, antes de que finalice el año”, explican fuentes de la Policía Adscrita, y adelantan que habrán “pocas novedades” respecto a la pasada temporada.

Los policías -en colaboración con la Guardia Civil- seguirán verificando que los profesores de esquí alpino y snowboard poseen las titulaciones necesarias, aunque si surge cualquier otra emergencia se implicarán en ella. “La labor de los efectivos se centra en el intrusismo, dado que el Grupo Aramón venía reivindicado la necesidad de aumentar las inspecciones, pero hay casos extraordinarios en los que también actúan”, añaden las mismas fuentes, antes de ensalzar que el Gobierno de Aragón está “muy satisfecho” con el trabajo realizado.

Por ello, a pesar de que las pistas se localizan en las provincias de Huesca y Teruel, los agentes de la Policía Adscrita pertenecientes a Zaragoza también podrían ayudar si fuese necesario. "El volumen de efectivos varía en función de la afluencia de esquiadores en las pistas. La vigilancia durante los fines de semana y en los días festivos es mayor, indican desde la Policía Adscrita, confesando que "las inspecciones nunca se hacen en todas las estaciones a la vez”.

De esta forma, los agentes se turnan las pistas pirenaicas y turolenses a las que acudir. “La presencia policial va rotando; hay semanas en las que dos personas -siempre van como mínimo en pareja- pueden pasar por varias zonas. Así nos aseguramos que el control está repartido”, completan, antes de concluir remarcando que “el objetivo es que la sensación de seguridad siga aumentando en la recién iniciada temporada”.

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