Un kamikaze que circuló drogado y en dirección contraria por la A-2 logra evitar la prisión

El temerario, que provocó un choque frontal en La Muela con un herido grave, acepta una condena de dos años pero no pisará la cárcel.

El choque frontal se produjo en la autovía de Madrid, a la altura del municipio de La Muela.
El choque frontal se produjo en la autovía de Madrid, a la altura del municipio de La Muela.
Oliver Duch

Un joven de origen italiano ha aceptado este martes una condena de dos años de prisión y otros cuatro de retirada del carné de conducir por circular drogado y en dirección contraria por la autovía de Madrid (A-2), donde provocó un choque frontal a la altura de La Muela en el que un zaragozano resultó herido de gravedad. La Fiscalía pedía inicialmente 5 años de cárcel para el kamikaze, de 28 años e identificado como Andrea T. F., al que atribuía además de la conducción temeraria un delito contra la seguridad vial y otro de lesiones. Sin embargo, al reconocer los hechos y comprometerse a desembolsar más de 25.000 euros en multas e indemnizaciones, el joven cerró un acuerdo con la defensa que evitará que el encausado pise la cárcel.

Los hechos que llevaron al banquillo al conductor italiano se produjeron sobre las 6.30 del 21 de septiembre de 2014 en el puerto de La Muela. Según el atestado de la Guardia Civil de Tráfico, el temerario conducía en compañía de un compatriota por el carril central de la autovía en sentido Madrid. Al tratarse de un domingo y una hora tan temprana apenas circulaban vehículos por la A-2, lo que evitó que la grave imprudencia de este conductor tuviera consecuencias más trágicas.

En cualquier caso, el kamikaze se cruzó en la trayectoria de al menos dos coches. En uno de ellos viajaban dos amigos de Illueca que habían madrugado para inaugurar la temporada de caza del jabalí. "Casi nunca vamos por la autovía, pero aquel domingo lo hicimos. Nos llevamos un susto tremendo al ver venir su coche de frente y tuvimos que dar un volantazo para apartarnos", explicaba uno de ellos. Instantes después, el Volkswagen Polo del acusado impactaba de lleno con otro turismo.

Rapados y con un Pitbull

Los primeros en asistir a las víctimas fueron precisamente estos vecinos de Illueca, de ahí que ambos fueran citados como testigos para el juicio. "Los dos ocupantes del Polo salieron del coche sin problemas. Recuerdo que llevaban el pelo rapado, cazadoras ‘bombers’ y un perro Pitbull. Quien resultó herido grave fue el otro conductor, al que acompañamos hasta que llegaron las asistencias", recordaban.

El lesionado explicaba este martes a las puertas de la sala de vistas que sufrió varias fracturas, así como golpes y cortes por todo el cuerpo. De hecho, tardó casi seis meses en recuperarse y todavía arrastra alguna secuela. «Pero con un accidente así, sé que podía haber ocurrido lo peor», reconocía.

Según los agentes que acudieron al lugar del siniestro, el causante del choque dio cero en la prueba de alcohol. Sin embargo, al practicarle el test de drogas dio positivo en anfetaminas.

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