Javier Garrido: "Hemos vivido en Canfranc un día muy importante para la reapertura"

Javier Garrido es el portavoz de Crefco (Coordinadora por la Reapertura del Ferrocarril de Canfranc y Olorón) desde marzo de 2016 y tras la jornada histórica del pasado viernes en Canfranc es la primera vez que ha expresado su "optimismo" con el futuro de la línea ferroviaria internacional. Acudió invitado por el Gobierno de Aragón y el de Nueva Aquitania a la firma de la subvención europea de 7,5 millones de euros para los estudios definitivos de la infraestructura, que irán acompañados por un plurianual de 72 millones en los Presupuestos Generales del Estado.

¿Cómo se siente después del acto en Canfranc?

Nos quedamos muy bien después de escuchar lo que dijo el director de Transportes de la Comisión Europea, que aseguró que el proyecto del Canfranc era sólido y excepcional. Aunque acudieron media hora tarde a Canfranc por la nieve, al final llegaron. Además, estuvieron nuestros compañeros franceses de Creloc, aunque no los habían invitado como a nosotros y acababan de cambiar de portavoz recientemente. También estuvieron un representante de la Transpirenaica, Agustín Aguilar, y Luis Clarimón, que lleva movilidad de Comisiones Obreras.

El apoyo no solo es de la Comisión Europea. Por fin aparece el respaldo de la inversión aprobada por el Gobierno español.

En Crefco llevamos unos años criticando al Gobierno español porque no ha incluido el Canfranc en el presupuesto y nos faltaba su apoyo. No se invertía dinero en la línea ferroviaria. Mientras tanto, Aragón y Aquitania estaban muy contentos con el acto celebrado.

Esta vez el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, informó después del Consejo de Ministros de que licitaba las obras en 2018.

Eso era lo que queríamos ver por fin y si lo vemos aprobado al final, nos irá muy bien, porque es fundamental para la reapertura del Canfranc. Hay que mantener la prudencia respecto a la actitud del Gobierno central, aunque el consejero José Luis Soro (Vertebración Territorial, Movilidad y Vivienda del Gobierno de Aragón) se mostró muy eufórico el viernes. Nos dijo que todo lo que ha aprobado el ministro de Fomento suele cumplirlo y que su compromiso es real. Eso significa que el proyecto del Canfranc va hacia adelante y por eso hay entusiasmo en Aragón y Aquitania.

¿Cómo valora la posición del director de Transporte de la Comisión Europea, que ha manifestado su apoyo al proyecto?

El director de Transporte se mostró muy convencido de que el proyecto es de pequeña escala para la Comisión Europea, pero que el Canfranc es muy importante. Quieren que sea decisivo para conseguir inversiones en Francia. Y también pueden apoyar este proyecto porque es importante para Europa.

¿Cómo pueden acelerarse los plazos para la reapertura de la línea internacional?

Se ha dicho en Canfranc que lo mejor sería adelantar los plazos para entregar los estudios a Europa (que será en 2020) con el objetivo de anticipar su ejecución. Tendremos que estar muy vigilantes con el dosier que presentarán Nueva Aquitania y Aragón a la Comisión para que puedan ejecutarse las obras cuanto antes.

El presidente Alain Rousset siempre ha insistido en la celeridad de la reapertura en España para empujar su parte.

A Rousset le preocupa que los plazos de los estudios sean más largos y que se retrasen las obras. Por eso reclama agilizar los plazos y que esa petición llegue para las dos partes.

¿Otra de las propuestas que están encima de la mesa para la línea ferroviaria es electrificarla?

Es verdad que en Canfranc se ha habla de manera franca de que se puede estudiar la viabilidad de la interoperatividad en una segunda fase para electrificar la línea dentro del proyecto. Eso demuestra que es algo necesario y para la Crefco es muy importante para lo que puede ser en el futuro.

¿De todo lo visto y escuchado ve cercana la reapertura por fin?

Hoy lo veo posible. Aligerando los plazos podría llegar la reapertura en el año 2023, porque mucho antes creo que es difícil. Hay que ver las actuaciones en la parte francesa, entre Bedous y la frontera, porque hay cinco túneles y alguno de ellos ha sufrido un cierto desplazamiento. Tendrán que actuar para asegurarlo.

Está claro que la parte francesa, que son 24 kilómetros, es más complicada que la española porque hay que reconstruirla.

Es verdad que Rousset tiene claro que en su lado es más complicado. Además, ha advertido que hay algunas personas contrarias a la reapertura y no se deben menospreciar, sino tener argumentos a favor para convencerlos de la reapertura de la línea.

¿En España no hay contrarios?

En España no se conoce nadie que esté en contra. Por eso creo que hemos vivido un día muy importante para la reapertura.

¿Y las obras en la estación de Canfranc van a afectar a los trenes guardados en los hangares?

El presidente de la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías, Carlos Segura, ha venido a Canfranc. Ya ha hablado con el ADIF y con el Gobierno de Aragón. Durante las obras en la explanada moverán los trenes guardados en Canfranc, porque no caben y no van a entrar todos en el futuro museo.