El Servicio Aragonés de Salud ha conseguido reducir los días de demora media de ecografías, TAC y resonancias a la mitad en el último año. El anillo radiológico ha permitido paliar la falta de radiólogos con un sistema de información en red, en el que algunos profesionales  leen las pruebas hechas en cualquier hospital de la Comunidad aragonesa. Ya se han interpretado a través de esta fórmula más de 24.000 imágenes.

Ante la escasez de radiólogos en Aragón, actualmente hay 17 plazas sin cubrir, y el incremento significativo de pruebas diagnósticas en los últimos años, el Departamento de Sanidad ha optado por este nuevo sistema de organización, que ya lleva un año en funcionamiento y que “ha conseguido reducir la lista de espera”, ha asegurado el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya. Si antes la demora media para una ecografía estaba en 71 días, ahora se encuentra en 47; para un TAC se ha pasado de 35 a 18 y para una resonancia de 61 a 37. “Esperamos incluso reducir más esta demora”, ha insistido Celaya. De hecho, el objetivo es  a lo largo del año que viene bajar la demora de los 30 días, que es el tiempo máximo que marca el decreto de garantías fijado por el Gobierno de Aragón en 2009 y que en muy pocas ocasiones se ha cumplido.

Pero, ¿cómo funciona este anillo radiológico? La idea de partida es que funcione como si hubiera un único servicio de Radiología trabajando de manera conjunta en Aragón. La adquisición de la imagen normalmente se hace en el centro de referencia del paciente, pero puede interpretarse o leerse por un grupo de especialistas en cualquier otro punto de la Comunidad. En estos momentos, forman parte de la red 43 radiólogos del Salud y el tiempo máximo para informar establecido es de tres días. Pero también esta organización de trabajo “transversal” permite que hospitales que en un momento no puedan absorber su demanda de pruebas diagnósticas, deriven pacientes a otros centros sanitarios de su sector de referencia, salvo en Zaragoza que se permite el movimiento más amplio de pacientes. En los últimos meses, se han derivado a unos mil pacientes para agilizar su prueba diagnóstica.

La coordinadora de este sistema, María Teresa Martínez-Berganza, ha destacado que esta fórmula de trabajo permite "rentabilizar al máximo el personal y los equipos radiológicos” de la Comunidad. Se ha conseguido, según ha explicado, aumentar un 7% las pruebas diagnósticas en Aragón, que ya alcanza las 350.000 exploraciones al año. El anillo comenzó en Barbastro y el sector I de Zaragoza, que tiene como referencia el hospital Royo Villanova, pero poco a poco se ha extendido a toda la Comunidad.

Precisamente, el jefe de Radiología de este último centro sanitario, Juan José Soriano, ha destacado que el anillo ha supuesto una oportunidad de mejora, ya que ha permitido “reducir la demanda acumulada, aumentar la productividad de los recursos disponibles y reducir la variabilidad clínica entre los profesionales”.

“Esto ha supuesto por ejemplo que la resonancia esté operativa de lunes a domingo, siete días a la semana, 365 días al año. Trabajando de 8.00 a 22.00. La productividad es altísima y nos ha permitido hacer pruebas de otros sectores", ha recordado Soriano, que ha detallado algunos datos que constatan los buenos resultados del anillo radiológico. En diciembre de 2016, había 4.000 pacientes del sector I que llevaban más de 60 días esperando una ecografía y, ahora, en esa situación no hay ninguno. 

Por su parte, el consejero de Sanidad ha recordado el importante incremento de las prescripciones de pruebas diagnósticas en la última década: las ecografías se han incrementado un 90%; los TAC un 123% y las resonancias, un 237%. "El objetivo es conseguir que las solicitudes sean las adecuadas, porque hay que recordar que las pruebas no son inocuas", ha manifestado.