El sida repunta un 77% en Aragón con 39 nuevos casos y siete muertes en 2016

Los afectados dicen seguir sufriendo discriminación social y exigen cambiar las leyes que han quedado "obsoletas".

Aragón registró 39 nuevos casos de sida –el estadio más avanzado de las infecciones por VIH– en 2016, cifra que representa un incremento del 77% respecto a hace dos años. En Zaragoza, según datos del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, se declararon 30, mientras que Huesca y Teruel cerraron el ejercicio con cinco y cuatro, respectivamente. Siete personas murieron a causa de esta enfermedad.

Los diagnósticos de infección también aumentaron. Pasaron de 101 en 2015 a 118 en 2016 (92 en Zaragoza, 15 en Huesca y 11 en Teruel). Actualmente, la incidencia es de 9,1 casos por cada 100.000 habitantes (medio punto por encima de la media nacional) y el perfil más frecuente: varones de unos 38 años que han mantenido relaciones sexuales de riesgo, causa que ha desplazado al consumo de drogas por vía parenteral como motivo principal de transmisión.

Los datos revelan que en Aragón se han notificado 1.805 casos desde 1985. "Han muerto más de un millar de personas, fundamentalmente al inicio de la epidemia", explicó ayer Javier Toledo, médico de la Dirección General de Salud Pública, en una jornada organizada en el Clínico con motivo del Día Mundial de la Lucha contra el SIDA, que se celebra hoy.

En su opinión, que haya aumentado el número de diagnósticos "puede ser una buena noticia". "Podemos decir que se está atendiendo a personas que antes no sabían que tenían la infección. Tiempo atrás, estos casos representaban hasta el 30% del total, pero el porcentaje ha caído hasta el 20%", señaló. Los tratamientos también han avanzado. "Son efectivos en su mayoría, aunque no curativos", apuntó Juan Antonio

Miguel, jefe del servicio de Enfermedades Infecciones. Aunque a corto plazo no se prevén novedades, "se están investigando vacunas terapéuticas, preventivas y nuevos fármacos" que podrían cercar, más si cabe, la enfermedad.

Sí preocupa que el 75% de los pacientes infectados son de diagnóstico tardío, porcentaje que evidencia, según el consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, que las campañas de concienciación no están teniendo el éxito esperado. "Se aprecia, sobre todo, un fracaso en las nuevas generaciones. No sienten el pánico que teníamos nosotros", reconoció.

Juan Ramón Barrios, presidente de Omsida, también aboga por "revisar y mejorar" estas campañas. El mayor reto, no obstante, pasa por cambiar todas aquellas normativas autonómicas y municipales que se hayan quedado obsoletas. "El estigma social sigue ahí. Nos es más difícil acceder a determinados recursos sociales o puestos de trabajo. Hay personas que han tenido dificultades para entrar a una residencia pese a haber demostrado que estaban perfectamente. Queremos que se excluya el VIH de la lista de enfermedades infectocontagiosas", aseveró.

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