Varias de las alumnas de la Universidad de Zaragoza que dicen haber sido víctimas de abuso sexual por parte de uno de sus profesores se reunieron ayer con la vicerrectora de Estudiantes, Ángela Alcalá, para poner al corriente a la institución sobre los hechos que, siempre según su versión, ocurrieron este verano. Se trata de un paso previo imprescindible para que la Universidad pueda activar su protocolo de acoso. Ayer, no obstante, el campus declinó hacer declaraciones y confirmar si adoptará medidas en las próximas horas. El propio rector, José Antonio Mayoral, explicó por la mañana, antes de que se produjera el encuentro con las presuntas víctimas, que la información era "reservada".