El Justicia urge soluciones para el déficit de médicos especialistas en Aragón

Las previsiones más optimistas alertan de que en 2020 habrá un déficit de 80 facultativos en la Comunidad. Ante la falta de incentivos, la carencia de médicos y especialistas es mayor en el medio rural.

Juan Antonio Madueño trabaja como médico rural desde hace años.
Imagen de archivo de un facultativo trabajando en el medio rural.
Antonio García/BYKOFOTO

La carencia de médicos en el medio rural y de especialistas en determinados hospitales aragoneses, junto a otras circunstancias puestas de manifiesto en la presentación del 31º Congreso de Atención Primaria -tasa de interinidad del 15%, próxima jubilación de un elevado número de médicos, salida de especialistas a otras Comunidades tras cursar su formación de Médico Interno Residente (MIR) en Aragón, etc.- exigen la adopción de medidas para paliar la situación, tanto por parte del Departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón como del Rectorado de la Universidad de Zaragoza. Así lo indica el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, en un expediente de oficio llevado a cabo para abordar esta problemática que se ceba especialmente con el medio rural.

El motivo es claro, en la actualidad faltan medidas para asentar población en algunas zonas, como señala Jesús Rodrigo, de FASAMET, quien coincide con el Justicia en que, además de ofertas de empleo público para fijar a la gente en los pueblos con una plaza en propiedad, hacen falta "incentivos" para aquellos facultativos que ocupen plazas de difícil cobertura. "El problema que enfrentamos en el medio rural es doble: por un lado, la lejanía. Cuanta más distancia separa una plaza de Zaragoza más dificultades hay para cubrirla porque la gente no renuncia a vivir en la capital; y por otro, la falta de incentivos económicos para quienes ocupan determinadas plazas", señala este médico del centro de salud de Calamocha. A su juicio, los incentivos a estos facultativos que se desplazan al medio rural -una de las medidas propuestas por el departamento en el Consejo Interterritorial de Sanidad- deberían ser por plazas y no por zonas de salud. El ejemplo más claro de esta problemática le toca de cerca. "En mi centro de salud de Calamocha los que ocupan mi plaza se desplazan dentro de la localidad, pero hay otros compañeros que llevan seis pueblos y el último que les toca igual está a 34 kilómetros de Calamocha. Si quieres que esa plaza se ocupe tiene que tener un aliciente; hay que incentivarlo de algún modo, aunque solo sea por el gasto del vehículo y de tiempo en desplazamientos que esta persona asume a diferencia del que no se mueve del centro de salud en el que está", reitera Rodrigo.

Las previsiones "más optimistas" que se recogen en el último Plan Estratégico de Ordenación de Recursos Humanos del Servicio Aragonés de Salud alertan ya de que en 2020 habrá un déficit de 80 facultativos en la Comunidad. Desde Fasamet subrayan que las perspectivas "son malas", y de no ponerse en marcha con carácter de urgencia las medidas anunciadas aseguran que el tejido asistencial que existe en el medio rural va a ser complicado de mantener. "Es muy difícil dar el servicio en igualdad, y eso que se mantiene una red asistencial impresionante: la de consultas que se hacen en núcleos aragoneses de 40 o 50 habitantes son fruto de un compromiso personal muy grande por parte de los que estamos y este es un aspecto laboral que tenemos que mantener y cuidar para aguantar la población en determinadas zonas periféricas de Teruel y de Huesca", defiende Rodrigo. Para ilustrar esta problemática pone el ejemplo de un problema reciente que se ha producido en el municipio de Castellote (Teruel), donde un médico titular pasa consulta en nueve núcleos. "Al pedir éste la reducción de jornada, se queda medio día sin cubrir y nadie va a media jornada a una plaza que tiene nueve consultorios locales porque está alejada y no hay incentivos", lamenta.

Incentivos por plazas y no por zonas de salud

Ante las dificultades existentes para cubrir plazas de este tipo en el medio rural y algunos hospitales periféricos aragoneses, el Justicia de Aragón ha realizado algunas sugerencias para mejorar la disponibilidad de estos profesionales sanitarios. Por un lado, pide a la DGA que mejore la estabilidad de los puestos de trabajo en el medio rural mediante convocatorias periódicas que permitan a los aspirantes obtener una plaza fija, al margen de otros posibles incentivos para quienes ocupen esas plazas de difícil cobertura; y por otro, plantea a la Universidad de Zaragoza que estudie la conveniencia de incrementar la oferta de plazas para cursar estudios de Medicina en las facultades de Huesca y Zaragoza. Además, propone a ambas instituciones que defiendan en los foros nacionales un incremento en las plazas MIR para la formación de médicos especialistas. A este respecto, desde Csif se muestran tajantes: "Hay que tomar medidas orientadas a lo que propone la consejería de Sanidad para que la formación recibida revierta en la Comunidad, o lo que es lo mismo, que el personal en formación MIR, al acabar esta, trabaje un año como adjunto para la Administración en la que se ha formado, evitando así que muchos médicos extranjeros o de otras comunidades se marchen a sus lugares de origen al acabar esta formación que se les ha dado aquí", concluye el presidente de Csif, Evangelino Navarro.

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