Los ordenadores del Gobierno de Aragón necesitan renovarse. El 77% de estos equipos trabajan con Microsoft XP y tienen ocho años de antigüedad. Esta obsolescencia hace que médicos, administradores y profesores, entre otros, no puedan desarrollar su labor correctamente debido a la lentitud de los dispositivos o la imposibilidad de actualización. Por estas razones, la DGA ha decidido sustituir 17.000 ordenadores –el parque tecnológico está formado por 22.000– y actualizar los sistemas operativos y aplicaciones. Según fuentes del gobierno, el precio de este proceso, que comenzó el 1 de septiembre y continuará hasta finales del año 2018, asciende a 30 millones de euros y la empresa adjudicataria es Inycom.

La reposición de gran parte de los ordenadores del Gobierno, según la DGA "nunca se había hecho una renovación de estas dimensiones", ha comenzado por los casos más urgentes. Es decir, no se atiende por departamentos sino por dispositivos. Por el momento, ya se han cambiado 2.300 ordenadores. Los administrativos han sido los primeros en estrenar esta nueva tanda de equipos, que pertenecen a la marca Lenovo. Se han instalado 1.282 ordenadores en diferentes áreas de gestión del Gobierno de Aragón como Hacienda, Economía, Industria y Empleo, Vivienda, se está desplegando en otras como Desarrollo Rural y Sostenibilidad. Asimismo, el Instituto Aragonés de la Mujer y el de Juventud ya gozan de nuevos equipos, porque no tenían muchos y han sido cambiados todos al mismo tiempo.

No obstante, hay algunos departamentos que destacan en necesidad y urgencia por encima de otros, como Sanidad. Casi 800 equipos ya están distribuidos en distintos hospitales y centro de salud aragoneses. Así, se han modernizado computadores de distintos centros de salud aragoneses y de hospitales como: el Miguel Servet, el Clínico Universitario Lozano Blesa, Nuestra Señora de Gracia, el Obispo Polanco, o el Hospital Comarcal de Alcañiz. En este caso, la DGA ha comenzado por los centros que atienden un gran volumen de usuarios. En este departamento se sustituirán hasta 8.000 ordenadores. Por otro lado, hay departamentos como el de Justicia que renovó sus equipos en los últimos años y que no entra en esta nueva reposición.

Desde el Gobierno apuntan que el coste de la renovación, optimización y soporte integral al puesto de trabajo durante 6 años, asciende a 30 millones de euros, lo que supone un ahorro respecto al modelo anterior del 25% y permite racionalizar y regular el puesto de trabajo, así como optimizar recursos y sus costes. En el proceso de adjudicación se presentaron dos empresas y, finalmente la concesionaria fue Instrumentación y Componentes, S.A. (Inycom). Antes eran diferentes contratos.

El objetivo principal del Gobierno es "mejorar el servicio ciudadano". Con esta transformación tecnológica se pretende modernizar la administración aragonesa, para que ésta pueda "avanzar en la prestación de servicios electrónicos al ciudadano a la vez que mejore la eficacia de sus servicios".

Centralización

Desde la DGA, Mayte Ortín, directora de Aragonesa de Servicios Telemáticos (AST) señala que "nunca se había hecho una renovación semejante" en el Gobierno. Además, anteriormente eran los departamentos los que de manera individual adquirían los dispositivos. A partir de ahora, todo está centralizado por AST. Por ello, en una época en la que las personas hacen cada vez un mayor uso de las nuevas tecnologías, de multitud de aplicaciones y de dispositivos móviles, el Gobierno de Aragón ha querido evolucionar con su parque informático, fomentando la movilidad del mismo.

Además, no todos los ordenadores son iguales. Cada equipo está adaptado a la labor y las necesidades de los trabajadores y en función de ello tienen un precio más elevado. Los más caros son para los trabajadores de campo o especiales –entre otros– y, los más baratos son los llamados ‘básicos’, que tienen software libre. Algunos funcionarios, por ejemplo, necesitan dispositivos portátiles, de los 17.000 nuevos, 850 serán de ese tipo.

En cuanto a los equipos viejos, la mayoría serán destruidos. La pequeña parte que se pueda salvar y pueda ser útil será donada a asociaciones, aunque la DGA no puede confirmar aún cuántos serán.