El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha negado que la fiscalidad aragonesa, en especial el impuesto de sucesiones, frene la captación de inversiones catalanas en el actual contexto de cambio de domicilio social de empresas provocado por la declaración unilateral de independencia.

Lambán, que ha hecho estas declaraciones a los medios de comunicación antes de participar en la celebración del 50 aniversario del Hospital San Jorge de Huesca, ha precisado que la decisión de estas empresas está "muy lejos" de la posibilidad de invertir en otras zonas del país que no sea Cataluña.

Ha lamentado la difusión "interesada" de informaciones dirigidas a tratar de vincular el impuesto de sucesiones en Aragón con una "hipotética desidia" de las empresas catalanas a la hora de invertir en la Comunidad.

"Yo rechazo absolutamente esa vinculación, porque no solo no hay desidia sino que, de hecho, la inversión más importante que se va a hacer esta legislatura en Aragón procede de una empresa catalana, Bonárea".

Lambán ha acusado de "mentir" y de tratar de "equivocar" a la opinión pública a quienes afirman que el impuesto de sucesiones "condiciona" una inversión, ya que "no lo pagan las empresas sino las personas físicas".

"De las decenas de empresas que se han interesado por venir a Aragón desde que soy presidente -ha añadido-, ninguna ha preguntado por el impuesto de sucesiones, porque lo normal es que pregunte por las condiciones del suelo, los servicios en los polígonos industriales o las conexiones por carretera o por internet".

En su opinión, "establecer relaciones entre impuesto de sucesión e inversiones en un territorio es una falacia que no se sostiene".