"La muerte de nuestra hija debe servir para mejorar la seguridad en las estaciones de esquí"

Los padres de Cristina Paradinas, la niña de 7 años fallecida en 2013 por un alud en Formigal, han promovido la creación de un grupo de trabajo en el Consejo Superior de Deportes. Asistirán al congreso de Derecho y Montaña que se celebrará en Huesca la próxima semana y en el que se hablará de la reglamentación en los centros invernales.

Cristina –segunda por la izquierda– en Formigal con sus padres y dos de sus cinco hermanos el día del accidente.
Cristina –segunda por la izquierda– se hizo esta fotografía en Formigal con sus padres y dos de sus hermanos el 25 de marzo de 2013, horas antes de ocurrir el suceso que le costó la vida. Un helicóptero la trasladó a un hospital de Zaragoza, donde murió a
Foto cedida por la familia

Verónica Pizarro estaba junto a su hija Cristina, de 7 años, en una pista azul de Formigal cuando el 25 de marzo de 2013 un alud sepultó a la menor. "Cien metros más arriba se cayó el hijo de unos amigos y un pistero lo estaba asistiendo. Nos dijeron que nos apartáramos y nos pusimos donde nos indicaron", explica. Cristina y otros cuatro menores de entre 5 y 9 años (dos eran hermanos suyos), fueron sorprendidos por una avalancha que entró en la pista mientras esperaban. Tres de los niños quedaron enterrados por la nieve. Dos salieron ilesos, Cristina no. Al día siguiente falleció en el hospital Miguel Servet.

"El accidente, además de un profundo dolor, nos dejó mucha frustración e impotencia, y muchas dudas. Hay personas que se refugian en la vía judicial como forma de vivir el duelo, pero nosotros no queríamos atacar sino construir", señala el padre, Javier Paradinas. En lugar de meterse en un largo proceso penal, formaron lo que ellos denominan "un consejo de familia", encabezado por Ignacio Zurdo, amigo y abogado de profesión, con la idea de promover la creación de un grupo de trabajo en el seno del Consejo Superior de Deportes para el estudio de la seguridad en las pistas.

El afán de Javier y Verónica es que un accidente tan grave y con tan peculiares circunstancias no vuelva a ocurrir, "que la muerte de nuestra hija haga reflexionar a las autoridades para invertir en aumentar la seguridad en las estaciones de esquí (mantenimiento y conservación de pistas, asistencia, vigilancia)". Los padres de Cristina e Ignacio Zurdo asistirán a las III Jornadas sobre Derecho y Montaña que se celebran del 16 al 19 de noviembre en Huesca y en las que se abordará precisamente ese tema con la participación de juristas, expertos en seguridad y responsables de las estaciones.

Ignacio Zurdo siguió la instrucción judicial del caso, que se archivó en mayo de 2014. "Los padres tenían la opción de recurrir, ir a la vía civil o intentar llegar a un acuerdo. Finalmente se prefirió construir y por eso hubo un acuerdo extrajudicial", explica. Previamente, pidieron tener una reunión con responsables de Formigal, a la que asistieron altos cargos de Aramón. "Allí manifestamos lo que queríamos dejar claro, fue una oportunidad para sincerarse. Acabó la reunión con una lista de compromisos", indica Ignacio Zurdo, "muchos de los cuales todavía están pendientes".

Un paso tras la vía judicial

Era necesario finalizar la vía judicial "para poder construir de la mejor manera posible" y, por eso, archivado el asunto, decidieron poner en marcha una iniciativa ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) para seguir adelante con su proyecto: "promover una mejora en la seguridad en las pistas de esquí en España". El entonces presidente del CSD, Miguel Cardenal, durante la celebración de una Conferencia Interterritorial en junio de 2014, planteó crear un grupo de trabajo para revisar la situación y valorar posibles mejoras a raíz del desgraciado accidente de Cristina. El grupo se constituyó el 20 de noviembre en Toledo.

Desde entonces ha celebrado tres reuniones en la sede del CSD: el 9 de febrero, el 8 de junio y el 15 de octubre de 2015. La continuidad del trabajo se vio alterada por la interinidad del gobierno, pero el actual director general de Deportes se ha comprometido a seguir adelante, asegura Ignacio Zurdo. A esas reuniones asistieron, además de él y de miembros del CSD, representantes de Comunidades Autónomas (Aragón solo estuvo en el primer encuentro), expertos como Alberto Ayora, presidente del comité de Seguridad de la Federación Española de Montaña; Aureli Bisbe, presidente de Atudem (Asociación turística de estaciones de esquí y montaña de España); Julio Rojas, abogado especializado en responsabilidad civil de accidentes de esquí; May Peus, presidente de la Real Federación Española de Deportes de invierno; o Eduardo Roldán, su antecesor.

Un reglamento desactualizado

"En las reuniones, todos los representantes de las estaciones de esquí afirmaban que el reglamento de Atudem está desactualizado, que hay que invertir en mejorarlo. Estamos retomando el trabajo, seguiremos insistiendo", indica el representante de la familia, quien recuerda que en 2006 ya se elaboró una ponencia en el Senado para proponer un marco normativo que garantizara el uso racional y seguro de las estaciones de esquí.

"Aun considerando satisfactoria la situación de seguridad en las pistas españolas, los representantes del CSD y algunos expertos han aportado opiniones respecto de aspectos regulables (que actualmente no lo están) y mejoras de contenido en la autorregulación que es la única que actualmente existe", señala Ignacio Zurdo. Entre las cuestiones que se abordaron destacan el consumo y venta de alcohol en las instalaciones, la formación y función de los pisteros, el ejercicio de la función de agente de la autoridad, la formación del personal médico, el uso del casco, las advertencias previas a los usuarios, la delimitación del dominio esquiable, la clasificación de las pistas, el uso de drones y, lo más importante, la creación de un Observatorio de la Nieve.

"Es necesaria una regulación estatal y autonómica, pero cambios como el que demanda claramente el ya antiguo Reglamento de Atudem deberían ser inmediatos", afirma Javier Paradinas. "Pienso en Cris y en la vida de sus hermanos, que nunca volverá a ser la misma, y me gustaría que miraran a la montaña con una sonrisa. Hay que aprender de los errores, la seguridad no es negociable", concluye.

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