El tráfico aéreo de mercancías no tiene techo en Zaragoza, pero sí la capacidad del aeropuerto para asumir más aviones y gestionar semejante volumen de paquetes. Por eso, la sociedad pública AENA ha dado el visto bueno a una de las mayores inversiones de los últimos años con el fin de preparar las instalaciones para competir con Barcelona como segundo aeropuerto de carga del país –ahora es el tercero– lo que implicará una inyección de 26 millones de euros en los próximos tres años. El primero es, con diferencia, el de Madrid. La actuación de mayor calado ya ha salido a concurso y solo está pendiente de la autorización ambiental para adjudicar las obras: la ampliación de casi un 40% de la plataforma de estacionamiento de aeronaves, licitada por 8 millones y un plazo de ejecución de 10 meses.

A esta mejora se sumará la construcción de otra terminal de carga, la quinta con la que contará, para poder atender los envíos internacionales, fundamentalmente ropa de Inditex. En este caso, AENA prevé tener el proyecto el próximo año y acometer las obras en 2018 con el objetivo de que las nuevas instalaciones estén a pleno rendimiento en 2020. La inversión rondará los 2 millones.

Además, se renovarán a lo largo del próximo año las calles de rodaje que utilizan los aviones, la intervención más compleja y costosa y para la que se han reservado 15 millones de euros. Además, se destinará otro millón a reasfaltar la zona pavimentada de la plataforma y el aparcamiento anexo para la aviación general, donde estacionan los jets privados y las avionetas.

El director del aeropuerto, Marcos Díaz, garantizó la ejecución de las obras aun en el caso de que haya una prórroga presupuestaria, ya que AENA dispone de autonomía económica.

La obra prioritaria es la ampliación de la plataforma, ya que la concentración de operaciones en momentos y días concretos de la semana, unido al imparable crecimiento de la actividad, hacen "temer" por la propia capacidad para atender la demanda futura, tal y como se reconoce en la memoria del proyecto constructivo. La ampliación que se hizo en 2006 se han quedado pequeña en menos de una década y urge actuar ante las estrecheces de espacio.

Seis hectáreas más para aviones

Marcos Díaz explicó que la plataforma cuenta con siete puestos de estacionamiento de cargueros y otros cuatro para aviones de pasajeros, distribuidos en sus más de 160.000 metros cuadrados. Con la ampliación, 63.125 m2 del suelo adquirido a Defensa en su día, se ganarán tres posiciones para que opere el avión comercial más grande del mundo, el Boeing 747 de la serie 800. Además, se agrandará la zona sur en otros 1.650 m2 con el objetivo de crear un pasillo suficiente hacia la nueva área dada la envergadura de estos aparatos, de 68,4 metros.

El problema es que las obras no podrán comenzar hasta que el Ministerio de Medio Ambiente no dé la autorización a semejante movimiento de tierras: habrá que nivelar una superficie de casi nueve hectáreas para luego construir losas de hormigón de hasta 70 centímetros de espesor a lo largo y ancho de un rectángulo de 63.125 m2. En total, se moverán 67.287 metros cúbicos de tierra, el equivalente a la capacidad de más de 2.200 camiones.

La previsión es contar el visto bueno a lo largo de 2018, lo que permitirá adjudicar las obras a alguna de las 16 contratistas que se han presentado y comenzar a principios de 2019. Díaz señaló que se hará por fases para disponer "cuanto antes" de alguno de los nuevos puestos de estacionamiento. En total, los trabajos se alargarán diez meses.

Al mismo tiempo, se lanzará la construcción de la quinta terminal de mercancías, dado que las existentes están saturadas. La nave, de unos 1.500 metros cuadrados, se levantará frente a la nueva zona de aparcamiento.

La obra más costosa y compleja

No obstante, la actuación más costosa y compleja es la renovación de la calle de rodaje del aeropuerto, que discurre en paralelo a lo largo de los 3.070 metros de la pista utilizada por los aviones civiles, la 30R. Esta intervención será la primera en acometerse, a partir de la próxima primavera, e igualmente se hará por fases porque se debe mantener en todo momento el tránsito de aparatos.

El director señaló que en este caso ?habrá que picar el aglomerado porque su capacidad se ha degradado por el uso. Dado el volumen de asfalto necesario, se montará una planta, lo que alargará la actuación 11 meses.

Además, la sociedad pública pretende renovar la zona asfaltada de la plataforma y del área de aviación general, situada en el extremo oeste del complejo. A esta licitación, con un precio de salida algo superior al millón de euros, optan cuatro empresas.