Los médicos alertan de que dedican el 50% de su tiempo a tareas burocráticas

Los facultativos de Atención Primaria critican que los incentivos del Salud para hacer atractivas las plazas rurales son insuficientes

Laura Romero, Leandro Catalán y Asunción Gracia han presentado este martes el XXXI Congreso Aragonés de Atención Primaria
Laura Romero, Leandro Catalán y Asunción Gracia han presentado este martes el XXXI Congreso Aragonés de Atención Primaria
Oliver Duch.

El plan de incentivos del Salud para que médicos de familia y pediatras de Atención Primaria soliciten una plaza en 29 centros de salud aragoneses que considera de difícil cobertura se ha hecho “precipitadamente” y no va solucionar el problema de que queden vacantes.

Esta es una de las quejas que los dos sindicatos médicos de Aragón (Fasamet y Cesm-Aragón) han puesto sobre la mesa con motivo de la presentación este martes de la 31 edición del Congreso Aragonés de Atención Primaria que se celebra en Zaragoza del jueves al sábado próximos, y en el que se van a dar cita 300 profesionales bajo el lema ‘Unidos afrontamos una realidad cambiante’.

La jubilación de un 30% de la plantilla en los próximos tres años, una interinidad del 15%, la fuga de MIR (Médico Interno Residente) a otras comunidades cuando acaba su formación en Aragón y la falta de facultativos en el medio rural que lleva a que se recorte la presencia del médico y días de consulta en pequeñas poblaciones son otras de los problemas que han denunciado.

En la rueda de prensa han intervenido Leandro Catalán, presidente del Sindicato de Médicos de Atención Primaria; Laura Romero, presidenta del 31º Congreso, y Asunción Gracia, representante del sector de la medicina rural.

Otro dato alarmante que ha aportado Leandro Catalán sobre la organización actual de Atención Primaria es que los facultativos dedican el 50% de su tiempo a tareas burocráticas, especialmente relacionadas con el ordenador y la informática. Como solución ha reclamado una “definición clara de funciones” para que algunas de las tareas que actualmente llevan a cabo, y que restan minutos de atención personalizada al paciente, puedan ser derivadas a personal de enfermería, auxiliares de enfermería y administración.

“Miramos más a la pantalla que al paciente”, ha asegurado el presidente del Sindicato de Médicos de Atención Primaria, a la vez que ha lamentado que tienen que asumir funciones como renovar la tarjeta electrónica o las prescripciones para dolencias crónicas que se pueden solventar “apretando un botón”. Por otra parte, ha vuelto a reclamar que la Medicina de Familia sea una asignatura en el grado universitario.

Por otra parte, Catalán ha asegurado que el plan de incentivos del Salud, aprobado en la Mesa Sectorial de la que forman parte el Gobierno aragonés y las centrales sindicales y publicado el pasado agosto en el Boletín Oficial de Aragón, “no va a cumplir las expectativas”.

Su error de partida, ha explicado, es que establece unas zonas periféricas pero no unos puestos concretos. “No es lo mismo ejercer de médico en una cabecera como Albarracín que hacerlo en Orihuela del Tremedal o cualquier otro pequeño pueblo -ha puesto como ejemplo-. No se pueden definir las zonas como de especial dificultad, sino que habría que ir a puestos”.

Además, ha reclamado otro tipo de incentivos como los económicos vinculados al desarrollo de la carrera profesional, congelados desde 2010 y que, aunque se están actualizando, en algunos casos se tienen que judicializar.

El paciente, eje del sistema

En la presentación del XXXI Congreso Aragonés de Atención Primaria se ha reclamado en general que el paciente vuelva a ser el centro del sistema de salud. “Tenemos que cambiar la actitud paternalista de la medicina y enseñar a los pacientes a autogestionarse -ha defendido la presidenta del Congreso Laura Romero -. De allí la importancia de las actividades comunidades y de prevención y educación de la salud”.

Una novedad que se introduce en esta edición de las jornadas es el Espacio MIR, dirigido a los médicos que llevan a cabo su especialización y que en esta ocasión se centrará en sus preocupaciones laborales: aprender a presentar un currículo y a interpretar un contrato de trabajo, además de dar información sobre la oferta de empleo público.

A lo largo de estos tres días se van a poner en marcha ocho aulas informativas sobre temas como los psicofármacos, los valores nutricionales y el riesgo cardiovascular, así como cinco talleres prácticos en los que abordarán aspectos como la inteligencia emocional que favorece la interacción con los pacientes, las habilidades para el manejo del paciente paliativo y cuestiones vinculadas a la salud de la mujer.

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