El detenido por el crimen de La Magdalena se exculpa y señala a otros dos hombres

El presunto asesino, en prisión desde el jueves, contó a la Policía que le hablaron de un robo en casa de la víctima en el que "a alguien se le fue la mano".

Imagen de archivo del homenaje que los vecinos de La Magdalena rindieron a Luis Bernal frente a su domicilio, donde fue encontrado muerto el 21 de junio de 2009.
Imagen de archivo del homenaje que los vecinos de La Magdalena rindieron a Luis Bernal frente a su domicilio de la calle Cortesías, donde fue encontrado muerto el 21 de junio de 2009.
José Miguel Marco

La detención y envío a prisión esta semana de Brahim N., de 35 años, como presunto autor del asesinato de Luis Bernal López, de 51, no ha puesto fin a las pesquisas del llamado crimen de La Magdalena, perpetrado el 21 de junio de 2009. Como adelantó HERALDO, el detenido, de origen argelino pero domiciliado y con trabajo en Zaragoza, no quiso declarar ni en comisaría ni ante el juez de guardia. Sin embargo, parece que aprovechó su paso por comisaría para exculparse y poner al Grupo de Homicidios sobre la pista de otros dos hombres: un marroquí y un rumano.

La prueba que ha permitido reabrir un caso archivado hace seis años por la Audiencia de Zaragoza fue una huella del sospechoso impresa en una bolsa de plástico que contenía unas tijeras de cortar metal. La Policía la encontró en el portal del número 3 de la calle Cortesías, donde residía la víctima, el día que encontraron maniatado en la cama y desfigurado su cadáver. Las diligencias han sido declaradas secretas, pero fuentes próximas a la investigación aseguran que Brahim N. no solo habría negado el crimen sino que también habría justificado la huella.

El presunto homicida dice que en los días previos al asesinato de Luis Bernal pidió esas tijeras de metal a un conocido de nacionalidad marroquí para cortar el candado de una bicicleta, pero insiste en que después se las devolvió. Al parecer, el sospechoso cuenta también que fue esta misma persona la que le contó que habría perpetrado un robo en el barrio acompañado de un rumano "al que se le fue la mano". A los asaltantes podría haberles avisado de que en casa de Luis Bernal había dinero y droga –se le relacionaba con el menudeo de hachís– una mujer a la que solía verse en el barrio con él (estaba separado y jubilado como cocinero por enfermedad).

Los investigadores están convencidos de que el arrestado está implicado en los hechos, lo que no impide que ahora puedan seguir la pista de estos otros dos inmigrantes. De hecho, las pesquisas apuntan a que el asesinato tuvo que ser obra de varias personas.

Por todo esto podría preguntar la titular del Juzgado de Instrucción número 4, Beatriz Muñoz, al encausado cuando lo llame a declarar asistido por su abogado, Alfonso Bayo. Será esta también quien decida si procede o no mantener secretas las pesquisas para intentar localizar a los hombres a los que ahora ha señalado el presunto asesino.

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