El cáncer de mama también es cosa de hombres

En la actualidad, tan solo uno de cada 100 casos de este tipo de cáncer se produce en varones.

Mariano Ríos
Mariano Ríos

Se trata de un tipo de cáncer que se da en muy pocas ocasiones en varones. Sin embargo, en Aragón? en torno a 7 hombres al año son diagnosticados de cáncer de mama. A sus 50 años, Mariano Ríos, vecino de Alagón, es uno de estos hombres que han superado es?ta enfermedad, en gran parte gracias a ?la detección temprana. “Me operaron en 2008, mi madre ya había sido operada por lo mismo hace 40 años y mis 4 hermanas también han tenido que ser intervenidas”, explica el aragonés.

En su caso, el cáncer de mama depende de un factor 100% genético. Un castigo que ha marcado la vida de María Pilar, Araceli, María Antonia, Ana Isabel y el propio Mariano, y con el que conviven cada día. “Hace 8 años noté que tenía un bulto en el pecho derecho que me picaba y me molestaba bastante. Al principio no le di importancia pero mis hermanas me dijeron que tenía que ir al médico enseguida”, recuerda Ríos.

Tan solo cuatro años antes habían operado a su hermana Araceli, y nueve meses después a María Pilar. “No pudieron hacer nada por ellas?", lamenta.

?Tras realizar un estudio genético de su caso, pronto operaron a sus otras dos hermanas, Ana Isabel y María Antonia, para prevenir que se desarrollasen nuevos tumores.

El tiempo que duró el tratamiento fue idéntico al que recibe una mujer, una fase de quimioterapia y la intervención quirúrgica habitual: “Me vaciaron las dos mamas, una con tumor y la otra para prevenir. Después me dieron dos fases de goteros y medicación diaria”. Aunque reconoce que para sus seres queridos se trata de algo normal, cada vez que recibe una comunicación asegura que llama la atención. “A veces me llaman por teléfono para la revisión y preguntan por Mariana directamente”, bromea.

Aún hoy recuerda cada gotero, cada visita y sobre todo cómo se le caía la piel de las manos y los pies, y el pelo de todo el cuerpo. “Mucha gente me trataba como un impedido y me sabía muy mal. Aguanté mi trabajo diario en el bar aunque es verdad que me fatigaba antes de lo normal”, reconoce Ríos. En su opinión, el paso por esta enfermedad le ha servido para valorar más las pequeñas cosas. “Yo siempre digo que a los 41 años volví a nacer”, añade.

Tanto él como sus hermanas supervivientes aseguran sentirse muy agradecidos con el tratamiento recibido por la sanidad pública. “Muchas veces no sabemos lo que tenemos. Nosotros les debemos la vida a ellos”, asevera. “A ellos les sirve para profundizar en sus estudios y eso es bueno para todos”, añade. Sobre todo al tratarse de una cuestión genética, ya que también les toca mirar hacia el futuro. “Con nosotros se supone que se corta la cadena, a nuestros hijos les van haciendo las pruebas y de momento ha salido todo bien”, indica el aragonés.

Como él, su hermana Antonia ha atravesado por todo este complicado camino de operaciones, tratamientos e intervenciones, con el sufrimiento de haber perdido a dos hermanas pero sin perder las ganas de luchar. “Es lo que nos ha tocado vivir y no queda otra que seguir adelante”, señala Toña, como la llaman sus familiares.

Su hija, Marta Álvarez, se someterá a la prueba por primera vez este mismo año, aunque asegura que ya no siente miedo a lo que pueda pasar. “Me pilló en una edad complicada, y es una situación muy difícil que al final te cambia. Cuando lo has vivido tan de cerca aprendes a ver las cosas de otra manera”, concluye la joven.

Además, ha servido de ejemplo para algunas ponencias y conferencias, como las protagonizadas por la doctora Raquel Andrés, doctora adjunta de Oncología Médica especializada en cáncer de Mama y hereditario del Hospital Clínico de Zaragoza. “Se trata de un tipo de cáncer poco frecuente en varones, que supone menos del 1% de los casos de cáncer. En el hombre la glándula mamaria es más pequeña por lo que existe menos riesgo”, explica.

Sin embargo, la doctora asegura que existen menos formas de llevar a cabo una detección temprana debido a la ausencia de casos, lo cual excluye a los varones de los programas de detención de forma precoz. En el caso concreto de Mariano y su familia, se trataba de unos? paciente?s sobre ?los que constaban ciertos avisos debido a su historial familiar: “Estaba bastante controlado, no solo por la presencia de esta enfermedad en su familia, también se había dado antes de los 50 años, un dato que se asocia a más probabilidad de padecer la enfermedad cuando hablamos de cuestiones genéticas”, asevera.

En este caso en concreto, la familia Ríos presenta una mutación en el gen BRCA 2. “Una vez que se identifica en uno de los miembros, se suele realizar un estudio en toda la familia. En su caso dio positivo en los 5 hijos como portadores de dicha mutación, ya que existe un 50% de probabilidad de heredarlo de padres a hijos”, afirma.

Mismo tratamiento, misma enfermedad

A pesar de las peculiaridades, los expertos aseguran que en la actualidad tan solo existe una solución: la intervención quirúrgica. En cuanto a los resultados, las estadísticas son similares a la mujer para el mismo estadio del diagnóstico, sin embargo, el mayor problema del cáncer de mama en varones es el diagnóstico tardío.

“La operación es exactamente igual para un hombre que una mujer, se trata de una masectomia, acompañada de los tratamientos sistémicos pertinentes”, destaca Antonio Antón, jefe del servicio de Oncología del Hospital Universitario Miguel Servet de Zaragoza. Además, asegura que el 90% de los casos se corresponden con cuestiones genéticas. “Normalmente el hombre se detecta un nódulo en la mama, un bulto o una pequeña secreción que puede ser sanguinolenta. A veces va acompañado de un eccema en el pezón. Si se presentan estos signos es importante acudir al médico”, explica el doctor.?

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