Defensa prevé reabrir el cuartel Sancho Ramírez de Huesca con el doble de soldados

El Ministerio ya se ha reunido con el Consistorio para lograr suelo con el fin de ampliar el complejo. Reubicará una unidad completa, lo que supondrá la llegada de 500 militares a la ciudad en dos años.

Jornada de puertas abiertas en el cuartel Sancho Ramírez, en la primavera del año pasado.
Defensa prevé reabrir el cuartel Sancho Ramírez de Huesca con el doble de soldados
Rafael Gobantes

Casi un año después de que cerrara sus puertas, el Ministerio de Defensa pretende ahora reabrir el cuartel Sancho Ramírez de Huesca con el doble de soldados de los que tenía su último inquilino: el grupo de Transportes IX/41, ahora integrado en la Agrupación de Apoyo de la Brigada Logística 41 (Brilog) de Zaragoza. Si entonces había cerca de 250 militares, ahora contarán con 500 si se cumplen los planes de la ministra, María Dolores de Cospedal. Esto será posible gracias a la reubicación de una unidad completa del Ejército de Tierra, que aún debe decidir la cúpula militar y que se hará efectiva en los dos próximos años.

El primer paso se dará el próximo año con la llegada de una unidad de servicio de la Brigada Aragón, con sede en Zaragoza. Su misión será clara y directa: acondicionar las instalaciones para realojar al personal de una "unidad completa de la Fuerza" y todo el material que traerá consigo. Una vez acaben esta tarea, se procederá al traslado escalonado de la tropa, tarea que se alargará dos años, según confirmaron ayer a este diario fuentes del Ejército de Tierra.

Su llegada no solo supondrá la reapertura del cuartel Sancho Ramírez, sino que implicará su ampliación para atender los requerimientos de espacio de los futuros inquilinos. Con este fin, el secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, se reunió hace unos días con el alcalde de Huesca, el socialista Luis Felipe, para abordar la necesidad de ocupar los suelos adyacentes. Su titularidad está compartida por el Ayuntamiento y particulares, por lo que la pretensión de la cúpula ministerial es que el equipo municipal facilite la operación.

El actual recinto militar ocupa 107.142 metros cuadrados y la superficie construida alcanza los 40.622, pero la nueva unidad militar necesitará instalaciones adicionales. La ventaja es que junto al cuartel, que ocupa una parcela rectangular situada entre las calles de la División 52 y Siderurgia y el paseo de Ramón y Cajal, existe otra contigua casi del mismo tamaño para poder atender las nuevas necesidades. Y para ello es necesaria la colaboración municipal, aunque no ha trascendido si hará falta ocupar todos estos terrenos o solo una franja.

Impacto económico millonario

La esperanza de Huesca era que llegara otra unidad militar para evitar así el cierre del complejo, decidido hace casi tres años por el exministro Pedro Morenés y que su sucesora pretende ahora revertir. Las consecuencias serán directas para la capital oscense, ya que la actividad del Sancho Ramírez implicaba un impacto económico estimado en ocho millones de euros anuales.

Este cálculo se quedará muy corto con los nuevos planes de Cospedal, dado que se duplicará la tropa con la que contaba el cuartel justo antes de echar el cierre. Si finalmente vienen los 500 militares previstos por Defensa, se estará cerca de cubrir las 700 plazas con las que contaba el complejo Sancho Ramírez en 1994. De ahí que la noticia sea tan importante para capital altoaragonesa, que llegó a tener hasta tres acuartelamientos abiertos con más de un millar de efectivos en ellos.

A este impacto habrá que sumar el efecto económico que tendrá la ejecución de las obras de ampliación que pretende acometer el Ministerio. Lo que no ha trascendido es el alcance del proyecto urbanístico y la partida presupuestaria necesaria.

La razón oficial esgrimida para cerrar el cuartel Sancho Ramírez siempre fue la del ahorro. En esta tesis insistía a principios de año el subdelegado de Defensa en Huesca, José Rivera, quien afirmó que el Ejército de Tierra no tenía dinero para mantener tantos acuartelamientos, por lo que hacía lo que cualquiera, "concentrar las unidades en bases más grandes con espacio para ocupar". De este modo, justificaba la vuelta a Zaragoza del Grupo de Transportes radicado en la capital oscense.

Sin embargo, el equipo ministerial de Cospedal hace ahora una apuesta por el cuartel Sancho Ramírez tras las gestiones desempeñadas por la nueva cúpula del PP-Aragón liderada por Luis María Beamonte. La excalcaldesa de Huesca y ahora diputada nacional, Ana Alós, siempre confió en la posibilidad de lograr que se "visualizara claramente la necesidad" del cuartel.

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