Un joven vecino de la localidad turolense de Castelnou ha aceptado  este martes un año de prisión por las lesiones causadas a una chica de Quinto con la que mantenía una relación sentimental. Con esta, son ya cuatro las condenas que han recaído sobre Jacobo J. G. por delitos de malos tratos desde el año 2012. Las dos últimas, por agresiones a la misma pareja.

El acuerdo alcanzado con la Fiscalía y la acusación particular ha evitado alargar un juicio en el que este maltratador reincidente se enfrentaba a una pena de casi siete años y medio de cárcel. Porque el abogado Alfonso Bayo, en nombre de la víctima, acusaba al joven no solo por un delito de lesiones sino también por detención ilegal.

Los hechos que se enjuiciaban en la Audiencia de Zaragoza se remontan al 22 de junio de 2015, cuando según la denunciante el encausado se presentó en Quinto y la obligó a subirse a una furgoneta para llevársela a Castelnou.

Como durante la instrucción del caso no quedó claro que el maltratador introdujera a la fuerza a su expareja en el vehículo –según un testigo, la mujer ni gritó ni hizo gestos de rechazo–, la acusación ha retirado los cargos por secuestro. Ello ha hecho que Jacobo J. G. reconociera haber insultado y agredido a la chica, que fue asistida en el Clínico de contusiones múltiples. Según esta, cuando estaban en la casa de Castelnou, el maltratador le golpeó la cabeza contra la pared. Al ver que sangraba, se asustó y decidió subirla al coche para llevarla de nuevo a Quinto.