Complicada jornada para decenas de transportistas aragoneses
Más de medio centenar de carreteras, muchas de ellas vías principales, han sido cortadas por manifestaciones.
Aragón y Cataluña son regiones vecinas y, como tales, mantienen amplias relaciones económicas, estimadas en unos 15.000 millones de euros anuales. Gran parte de este intercambio comercial se realiza por carretera y los profesionales del transporte encargados de esos viajes, están viviendo una jornada complicada este martes, con el segundo día de huelga general convocada en Cataluña por varios sindicatos y alentada por el Gobierno de la Generalitat.
"Este lunes se operó con normalidad, pero hoy está siendo complicado", explicó Santiago López-Montenegro, presidente de la Asociación Empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón (Tradime Aragón), que añadió que a mediodía de este martes, más de medio centenar de carreteras aparecían como "cortadas por manifestación" en la página oficial del servicio de Tránsito de la Generalitat. Entre las carreteras afectadas, figuran muchas vías principales, como las autopistas AP-7, la A-7, la A-2 o la C-31.
"Yo mismo tengo un camión detenido en Rubí. Ayer llamamos a la fábrica y nos aseguraron que lo descargarían, pero hoy no han abierto", explicó López-Montenegro. El presidente de Tradime pudo hablar a lo largo de la mañana con algunos transportistas aragoneses que se encontraban en Cataluña y refirió que estaban viviendo la jornada con "incertidumbre" y que circulaban por la comunidad vecina como si de transportes clandestinos se tratase.
"Se van comunicando a través del móvil del panorama que se están encontrando y van consultado la página del servicio de Tránsito", indicó el presidente de Tradime, quien no ocultó que entre los profesionales aragoneses hay algo de miedo ante las situaciones que se puedan encontrar. "Tienen orden de no ofrecer resistencia. Los daños a cosas materiales se pueden reponer porque se pueden pagar, pero los personales no", sentenció López-Montenegro.
