La vuelta de las grúas a Aragón hace caer el paro en la construcción a niveles de 2007

En junio y julio, los trabajadores de este sector que se encontraban en paro en Aragón se situaron por debajo de las 5.000 personas por primera vez desde enero de 2007.

Imagen del barrio de Parque Venecia, una de las zonas de Zaragoza en las que se está construyendo.
Imagen del barrio de Parque Venecia, una de las zonas de Zaragoza en las que se está construyendo.
Aránzazu Navarro

Hace tiempo que la actividad volvió a las obras de edificios residenciales en España. En algunos casos se retomaron los trabajos en los esqueletos de hormigón y ferralla frenados en seco tras el estallido de la burbuja inmobiliaria y, en muchos otros, se comenzaron a poner los cimientos desde cero. Las grúas también vuelven a formar parte del paisaje de muchas ciudades aragonesas y esto es algo que irremediablemente ha mejorado los datos de un sector que estaba inmerso en una auténtica travesía del desierto desde 2008.

Uno de los datos más esperanzadores se produjo, precisamente, al comienzo de este verano que ahora se apaga. En los meses de junio y julio, el número de parados del sector de la construcción en la Comunidad se situó por debajo de la cifra de 5.000 personas. Para encontrar una cifra similar en las estadísticas hay que remontarse hasta enero de 2007. Una década en la que el paro registrado en el sector llegó a multiplicarse por tres (en 2009, 2010, 2011, 2012 y los primeros meses de 2013). Los últimos datos disponibles, recogidos por el Instituto Aragonés de Empleo y correspondientes al mes de agosto, evidencian un ligero empeoramiento (el número oficial de parados se elevó hasta las 5.035 personas en el octavo mes del año), pero esto es algo que no levanta alarmas en el sector: agosto no suele ser un buen mes para el empleo y las sensaciones siguen siendo positivas. De hecho, con respecto a los ejercicios más duros de la crisis económica, como 2012 o 2013, los datos actuales suponen una caída del paro registrado del orden del 50% en términos generales.

En la misma senda de recuperación se mueven las estadísticas de afiliados a la Seguridad Social. El Instituto Aragonés de Estadística (IAEST) da cuenta, a través de datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, de un crecimiento de las afiliaciones en 2017 por tercer año consecutivo. El año 2013 se cerró en Aragón con 30.177 afiliados en el sector de la construcción de edificios, tanto en el régimen general como en el especial de autónomos. En 2014 se produjo un pequeño retroceso (el ejercicio cerró con 29.412 afiliados), pero a partir de entonces los datos no han hecho más que mejorar. En 2015 se volvió a superar la barrera de las 30.000 afiliaciones y 2016 finalizó con 31.442. Desde que arrancó 2017 esta estadística ha ido elevándose y el pasado mes de julio, el dato más reciente disponible, al IAEST le constaban 33.736 en el sector en Aragón.

El 64,1% de estos trabajadores estaba empleado por cuenta ajena. En este sentido es interesante señalar que la evolución de la contratación por cuenta ajena ha evolucionado al alza en los últimos meses, mientras que las altas en el régimen especial de autónomos, desde el año 2013, se ha mantenido más o menos estable en torno a las 12.000 afiliaciones.

La contratación y la afiliación a la Seguridad Social han mejorado a pesar de que el tejido empresarial de este sector se debilitó bastante con la crisis económica. De acuerdo con el Directorio Central de Empresas (Dirce), en 2008 existían en Aragón 10.596 empresas dedicadas a la construcción de edificios. Desde ese ejercicio no ha parado la sangría de empresas registradas, cuyo número actualmente de sitúa en torno a las 6.700, una tendencia de la que no escapa el conjunto del país y que, se espera, acabe por revertirse próximamente.

Los visados concedidos siguen al alza

La patronal del sector a nivel nacional, la Asociación de Empresas Constructoras y Concesionarias de infraestructuras (Seopan), ya avanzó hace meses en su documento de previsiones para el ejercicio 2017 que la mejora del sector de la construcción tendría un puntal importante en la obra privada residencial. El tiempo ha acabado por darles la razón, porque el número de visados de obra, las licencias que se otorgan para construir edificios, otorgados durante el presente ejercicio es otro de los indicadores con el que se mide la recuperación del ladrillo.

Hasta mayo de este año, los colegios de arquitectos técnicos habían otorgado 314 visados de dirección de obra nueva de uso residencial, más de la mitad de los concedidos en 2016 (fueron 621 entre enero y diciembre), por lo que de continuar el ritmo, a final de año se podría registrar una mejora de los registros. De los 314 visados concedidos hasta mayo, 101 correspondieron al mes de enero. Desde principios de 2011 no se aprobaban más de un centenar de visados en un mismo mes en Aragón.

Las grandes empresas del sector esperan que a esta recuperación de la obra residencial, que hoy por hoy es constante aunque no se asemeja a los años previos al estallido de la burbuja, se sume la obra pública de infraestructuras en los próximos meses. En este sentido, muchas esperanzas están puestas en las actuaciones en carreteras de todo el país que serán posibles gracias al apoyo del llamado Plan Juncker de inversión europea.

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