El presidente aragonés, Javier Lambán, prometerá hoy un plan de empleo juvenil como uno de sus principales bazas en el debate sobre el estado de la Comunidad, aunque su puesta en marcha será toda una incógnita. No solo porque gobierna en minoría y estará condicionado a la aprobación de los presupuestos del próximo año, sino por el hecho de que Lambán pueda dimitir y convocar elecciones en caso de perder las elecciones primarias del PSOE-Aragón.

Este plan de empleabilidad pretende incentivar a las empresas mediante la cobertura de las cuotas de la Seguridad Social de trabajadores de hasta 35 años, cuyo porcentaje irá en función del tiempo de duración de los contratos. El mínimo que deberán garantizar para acogerse a las ayudas será de 24 meses, aunque se pretende primar a aquellas compañías que fichen jóvenes de manera indefinida y, además, se comprometan a formarlos al mismo tiempo.

Esta medida, que dependerá del Departamento de Economía, se unirá al anunciado plan de retorno de jóvenes, del Instituto Aragonés de Juventud, y se podrían ampliar a otro tipo de actuaciones dentro del marco del diálogo social.

Respuesta a la inestabilidad

Lambán también anunciará medidas contra la despoblación con el objetivo de convertirlo en uno de los ejes de los dos años que le quedan de mandato. Para contrarrestar el mensaje de inestabilidad de la oposición, el presidente incidirá en su discurso que un gobierno de izquierda es el "único posible" en Aragón, ya que los partidos progresistas son los únicos que suman. En este sentido, hará valer que pese a liderar un Ejecutivo en minoría que depende de los apoyos de Podemos e IU ha logrado impulsar políticas de izquierdas "de formar solvente". Y que está cumpliendo los acuerdos de investidura.

Para ello, aludirá a los 7.000 nuevos dependientes reconocidos, el fin de la lista de espera por el salario social, la ampliación de las becas de comedor o la inyección de 300 millones adicionales en la Sanidad.

El líder socialista también abordará el impulso económico con la logística y el sector eólico, a la cultura y al turismo, sin olvidar los avances en las comunicaciones transfronterizas. También anunciará que en los dos próximos años tramitará quince leyes, como la del nuevo sistema universitario aragonés, la de la ciencia, diálogo social o el de derechos y deberes de la discapacidad.

Su discurso ocupará la sesión de hoy y mañana le tocará responder a los grupos de la oposición, que a buen seguro sacarán a colación su dependencia de Podemos y el propio cuestionamiento de su liderazgo en las filas socialistas. Así lo hará ver la portavoz de la formación violeta, Maru Díaz, quien adelantó ayer que Lambán llega "falto de proyecto"al debate, hasta convertir el Ejecutivo autonómico en "espacio de trinchera".

Díaz aludió a la "parálisis y dejación de funciones" que, a su juicio, atenaza a la DGA y lamentó que ante la "falta de ideas"de los consejeros se les ha puesto a la oposición como "cebo"que se hable del estado del PSOE en vez del de la Comunidad.

Por su parte, el presidente del PAR, Arturo Aliaga, adelantó que reclamará a Lambán que aparque las cuestiones internas y priorice el futuro de Aragón "sobre todas las cosas". Aliaga aludirá igualmente a la "inestabilidad"de la DGA y comprometerá de nuevo el apoyo aragonesista a cualquier iniciativa que apueste por el crecimiento de la Comunidad.

La portavoz de Ciudadanos, Susana Gaspar, defenderá que Aragón necesita "un proyecto de estabilidad", que ahora mismo ve "lejos y volátil".