El suma y sigue no cesa. Apenas llevamos una semana de septiembre y los fallecidos en carretera se elevan ya a seis en Aragón, casi tantos como los contabilizados en todo agosto (7). De hecho, el peor arranque de mes de 2017 amenaza con truncar la positiva tendencia de la última década y hace muy difícil poder llegar a Navidades con otro récord a la baja en el balance de víctimas.

El escenario del último accidente mortal volvió a ser el tramo sin desdoblar de la siniestra N-II, donde este jueves se dejó la vida el conductor de una furgoneta al chocar de frente contra la cabina de un tráiler. El impacto se produjo a las 10.00 a la altura del kilómetro 355, en el término municipal de Pina de Ebro, y fue tan violento que la víctima falleció en el acto. El helicóptero del 112 se trasladó para intentar evacuar a esta persona de urgencia, pero no hubo opción a ello. El fallecido es un hombre de mediana edad muy conocido entre los comerciantes del entorno del Mercado Central de Zaragoza, donde regentaba un histórico negocio textil.

Es bastante habitual que en los accidentes registrados en la N-II se vean implicados vehículos pesados, pero no lo es tanto que sus conductores resulten heridos. Sin embargo, de la violencia del choque de ayer da prueba el hecho de que el chófer del tráiler –de la compañía portuguesa Transportes Coelho Mariano, con sede en Fátima– tuviera que ser trasladado con lesiones graves al Hospital Miguel Servet de Zaragoza.

Según fuentes de la DGT, las labores de limpieza de la calzada se prolongaron hasta las 13.30 y aunque se desvió la circulación por la autopista de Barcelona (AP-2), fueron bastantes los usuarios que se vieron atrapados en el atasco.

Al accidente mortal de la mañana hay que sumar el que se registró sobre las 18.30 en la N-232, a escasos dos kilómetros de la localidad turolense de Azaila. En este no hubo que lamentar fallecidos, pero una colisión por alcance entre dos turismos hizo necesario prestar asistencia médica a uno de los ocupantes.

Siete días trágicos

El arranque del mes de septiembre no ha podido ser más preocupante, con hasta seis accidentes mortales y otros tantos fallecidos. Porque la noticia del choque frontal de Pina de Ebro llegó cuando todavía estaba reciente el fallecimiento de un niño de 7 años en Biota. Su muerte se produjo sobre las nueve de la noche del miércoles, tras sufrir un desgraciado atropello en la gasolinera de Biota, en la comarca zaragozana de Las Cinco Villas.

Dos atropellos en cuatro horas

Pero no fue la muerte de este chaval la única registrada el pasado miércoles, ya que también una anciana perdió la vida en otro atropello ocurrido en la travesía de Calamocha. La anciana, de 82 años, fue arrollada por un camión cuando cruzaba por un paso de peatones situado a la altura de la estación de autobuses. La víctima llegó a ser evacuada en el helicóptero del 112 a Zaragoza, pero las graves lesiones sufridas le provocaron después la muerte. Se da la circunstancia de que el pasado 11 de enero se produjo otro atropello mortal en esta misma travesía de la N-234, a escasos 500 metros.

La relación de siniestros con resultado de muerte de este mes se completa con los acaecidos en Magallón (Zaragoza), el pasado día 5; y en Coscojuela de Sobrarbe (Huesca) y Fraga (Huesca), ambos el pasado sábado. Para encontrar una concatenación de accidentes semejante habría que remontarse a la semana del 18 al 24 de junio, cuando perdieron la vida en el asfalto otras seis personas.

Como sucediera en 2016, el verano está resultando especialmente trágico en la red viaria aragonesa, donde se contabilizan ya un total de 26 fallecidos. En cualquier caso, todavía no se ha cruzado la barrera de los 28, que fue el número de muertos contabilizado entre los meses de enero y septiembre del pasado ejercicio.