Aragón tiene huevos de sobra para contestar a la crisis del insecticida fipronil

La Comunidad es excedentaria en el sector del huevo. El pequeño pueblo de Villarreal de Huerva en Zaragoza concentra dos de las granjas más grandes de España.

Aragón tiene huevos de sobra para contestar a la crisis del fipronil.
Aragón tiene huevos de sobra para contestar a la crisis del fipronil.
Heraldo

La alerta alimentaria lanzada desde Bruselas por la retirada de huevos contaminados con el insecticida fipronil ha sido una de las noticias del verano. Todos estos huevos, procedentes de Holanda y Bélgica, se distribuyeron por una veintena de países en el que ha sido el último problema alimentario importante, tomando el relevo de otros como el de la bacteria E.Coli en 2011.

El caso estalló después de que la UE encontrara varias partidas de huevos y productos derivados contaminados con fipronil, un insecticida popular desde los años noventa que a día de hoy se sigue usando como repelente de parásitos para mascotas, pero cuyo uso en animales destinados al consumo está prohibido por la Unión y es considerado “moderadamente peligroso” por la OMS. Si bien al poco tiempo de conocerse el problema todos los expertos descartaron que la presencia de fipronil pudiera ser perjudicial para el ser humano a no ser que se consumieran huevos en cantidades casi imposibles – se hablaba de centenares de huevos de una sola sentada- la contaminación, que llegó hasta España hace dos semanas en sendas partidas en el País Vasco y Cataluña que fueron retiradas antes de entrar en el mercado, representaba un agujero en los férreos controles que Bruselas impone sobre la agroalimentación.

Desde el sector del huevo en España, y más concretamente desde Aragón, la gestión de esta crisis se centralizó en Federovo, la organización que aglutina a los mayores productores de España, y que especificó que el caso del fipronil se debía a un hecho aislado, que en ningún caso podía poner en duda los controles que se hacen sobre las granjas. Así lo opinan también representantes del sector en Aragón, donde en la última década la producción de huevos ha crecido a un ritmo mucho mayor que el nacional, y en especial dando trabajo en pequeños pueblos rurales.

Ese es el caso de Villarreal de Huerva, de apenas 240 habitantes, que podría contar con el título honorífico de ser el pueblo de España con más huevos. Este municipio del Campo de Daroca cuenta con dos importantes granjas a nivel nacional, la Granja San Miguel y la Granja Virgen del Rosario, surgidas hace varias décadas de la misma familia.

Los datos del sector del huevo en Aragón

En Aragón hay unas 5 millones de gallinas ponedoras que producen anualmente 127 millones de docenas de huevos, siendo el quinto productor nacional con aproximadamente el 13% de todos los huevos que cada año se producen en España. Sin embargo, si bien en España la producción de huevos de gallina lleva varios años estancada, en la Comunidad su número se ha doblado durante los últimos 8 años, pasando de las 60 millones de docenas que se producían en 2008 al casi millón diario que se produce actualmente.

De esta producción aproximadamente un 25% sale al extranjero ya que las granjas españolas y aragonesas son excedentarias con destino a Francia, Reino Unido y Alemania principalmente, aunque el año pasado varias granjas pudieron exportar a Estados Unidos de forma temporal debido a un brote de gripe aviar que se dio en este país.

“El nicho de Estados Unidos fue importante, pero nuestro mayor mercado está en el nacional, la distribución de proximidad, y la exportación a Europa”, comenta Cristóbal Roldán, uno de los responsables de Granja San Miguel, empresa que cría un millón y medio de gallinas ponedoras, emplea a 65 personas, y produce aproximadamente 4 de cada 10 huevos que se envían al mercado desde Aragón. Su modelo de negocio se basa en gran parte en controlar todo el proceso. Cuentan con campos de cultivo para elaborar su propio pienso y después también se encargan de la distribución. “En un mercado como el del huevo marca las diferencias la calidad y el precio. Creo que hay pocos alimentos tan económicos que aporten tanto. Por el precio de un café puedes comprar una docena de huevos que puede solucionar una comida a una familia”, señala.

La sanidad y el bienestar animal se une con el mercado

Sobre el asunto del fipronil, desde el sector en Aragón se mantiene que es complicado que se den casos así debido a la cantidad de controles que pasan las granjas. Además, también se incide en que buena parte del negocio pasa por la especialización y el cuidado precisamente de la calidad y el bienestar animal.

En Granja San Miguel por ejemplo llevan trabajando desde hace un tiempo con un nuevo modelo de producción denominado 'cría en suelo'. Las gallinas no son criadas de esta forma en jaulas, sino que están bajo techo en naves en las que se pueden mover con libertad. “Las gallinas están sueltas y se les coloca la comida también a cierta altura, para que tengan que volar y moverse. Es parte de lo que el consumidor está demandando actualmente”, explica Roldán, cuya empresa invirtió el año pasado 7 millones de euros en dos nuevas naves para este propósito en los pueblos vecinos de Mainar y Torralbilla y están también reformando otras dos más.

Esta fórmula de cría con la mayor libertad es uno de los puntos sobre los que el mercado avícola está pivotando en los últimos años. En Aragón, a menor escala, se dan también iniciativas como 'Camperos La Borda Alta', que con una granja de 500 gallinas en Gurrea de Gállego vende por internet y a domicilio sus huevos. Sin embargo, estas nuevas tendencias de consumo que miran por el bienestar animal también chocan con un punto fuerte del huevo como alimento, su precio. Se calcula que el método de cría en suelo eleva los costes entre un 20 y un 30%, cifra que se dispara cuanto menor es el número de gallinas.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión