Anento: la belleza del aguallueve y del fútbol a distancia

Anento es el pueblo más pequeño en la red de los más bonitos de España. Además, tiene un equipo de Primera Regional, otro laboral (campeón de España) y otro de fútbol 7, que juegan en Zaragoza.

Rosa Fernández, responsable turística de Anento, junto a sus vecinas Felisa Ruiz y Esperanza Laclaustra.
Rosa Fernández, responsable turística de Anento, junto a sus vecinas Felisa Ruiz y Esperanza Laclaustra.
Laura Uranga

Anento es el municipio más pequeño de los integrados en la red de pueblos más bonitos de España: su ingreso a este selecto club se oficializó en 2015. La mera existencia del núcleo urbanizado tiene algo de milagroso a día de hoy, ya que en la década de los setenta estaba despoblado. Durante algunos años, solamente un pastor (José María, ya fallecido) hacía su vida en el término municipal. Ahora hay algo más de cien personas censadas, que no llegan a cuarenta en lo tocante a residentes todo el año. La iglesia, el castillo, el entorno majestuoso dominado por el color rojizo de las rocas y el verde de la zona boscosa... todo estaba ahí, pero no había quien lo disfrutara, admirara o cuidara. Las casas hechas polvo, las calles abandonadas (sin asomo del actual empedrado)... un cuadro. Durante algo más de treinta años, Anento aplicó en sus entrañas la teoría que ha popularizado Simeone en el Atlético de Madrid el último lustro: partido a partido, un reto a la vez, con perspectiva pero sin olvidar jamás el paso siguiente. Y el fútbol ha sido, precisamente, uno de los motores de ilusión para el pueblo, aunque no se juegue federativamente en su término municipal. El Anento F.C. saca pecho en Zaragoza, donde evoluciona como local ante la imposibilidad actual de hacerlo en el pueblo.

Rosa Fernández lleva 22 años en Anento: allí le llevó la vida y ahí han crecido sus hijos. Sus padres, además, tenían raíces en el pueblo. "Trabajo en la oficina de turismo; lo que siempre suelo decir es que no nos consideramos más o menos bonitos que otros, simplemente hemos dado valor con mucho trabajo a lo que teníamos, y lo preservamos. A los visitantes se les pide algo sencillo: que lo dejen todo como lo encontraron. Como en todos los puntos de esta red a la que entramos en 2015, no hay coches dentro del pueblo, tenemos un entorno bonito y el patrimonio, tanto el histórico como el habitacional, está cuidado. Nos hacen auditorías y si queremos pasarlas, no podemos distraernos: hay que atender a los detalles".

Anento: la belleza del aguallueve y del fútbol a distancia

Llega el fútbol

Entre tanta belleza natural y patrimonial, lavado de cara y detallismo estético, la llamada del deporte rey no parecía tener sitio en la cotidianidad de Anento, pero la procesión iba por dentro; al menos, así fue con los cuñados Enrique Herrera y Pepe Forcano. El primero preside hoy el Anento Fútbol Club, y el segundo ejerce de coordinador deportivo y secretario en la citada institución deportiva. Hace 22 años, en los días posteriores a las patronales (a mediados de agosto, dedicadas Virgen de la Asunción y San Roque), las jornadas festivas habían dejado un poso en forma de idea: armar un equipo para los hijos del pueblo, residentes o visitantes ocasionales.

"En el pueblo no había instalaciones apropiadas: primer problema –recuerda Enrique– y de difícil solución. Nos informamos de los costes: uniformes, alquiler de campo, arbitrajes... uno del pueblo, que lleva el concesionario de Ford Serrano en Zaragoza, puso las equipaciones , yo pagué inscripciones y arbitrajes; todo el mundo arrimó el hombro, la cantidad total para echar a andar federativamente en Tercera Regional era de 125.000 pesetas (unos 750 euros)".

En el equipo había calidad desde el principio, y la trayectoria ascendente se tornó en vertiginosa. "Llegamos a Preferente con cierta rapidez, la verdad –se ufana el presidente– pero lo más importante era el significado del equipo como elemento de cohesión para la gente. Estamos en Primera Regional por un tema económico: en Preferente se necesitan 35.000 euros para empezar a hablar, y no podemos asumir ese desembolso. Los jugadores hacen aportes, de hecho; hay socios que realizan donativos y ‘asaltamos’ a amigos con pequeños patrocinios que nos resuelven problemas del día a día, como los alquileres de los campos. Hay mucha vinculación con Torrero, hemos estado en el campo del Montecarlo y en el del Giner –señala Forcano– pero no podemos entrenar, porque supone un pago excesivo para nuestras arcas".

El reto es seguir encontrando gente que pueda volcarse en el equipo y compaginar trabajos y familias. "No es fácil, pero siempre estamos atentos. Del pueblo quedan pocos, ahora mismo solo mi hijo, pero hay otras iniciativas y nosotros seguimos representando a Anento porque lo llevamos dentro, a pesar de que sería más sencillo tomar el nombre de un patrocinador y vivir más tranquilos. Hay que elegir entre la mera competición o seguir funcionando como un grupo de amigos: nosotros elegimos competir. Para que un hubiera fricciones hacía falta inventar algo".

Veteranos de oro

Con el paso de los años, los talentos que convirtieron al Anento en un ascensor tan rápido como los del Empire State se plantearon la posibilidad de hacer un equipo de veteranos en la liga laboral, con gestión propia. Empezaron por abajo hace una década y repitieron la epopeya del Anento F.C. en los noventa. Este año se ha hecho cima: subcampeones de Copa en la competición doméstica... y campeones de España (habían ganado el torneo autonómico la temporada anterior) el pasado mes de junio en el torneo eliminatorio de Valladolid, con Óscar Castillo como máximo goleador de la campaña.

Los dos trofeos han significado una despedida perfecta para el número 23, Roberto Hernando, que ha decidido retirarse este verano, al igual que el central Juani. El equipo ha tenido además el honor de ejercer como pregonero colectivo de las fiestas. La mayor parte de la escuadra supera largamente los treinta años, aunque se permiten cuatro jugadores más jóvenes. El ‘yayo’ del club en el césped, con 45 años, es Jesús Herrera: los directivos siguen siendo del pueblo. Por si fuera poco, ha nacido este año un hermano pequeño en la familia futbolera del pueblo: el Anento Maravillao F7, que ha sido campeón de liga en la segunda división MLA Sport.

El aguallueve, un gran espectáculo para el visitante

El aguallueve es una de las metas habituales de los que acuden a Anento en busca del deleite visual. Se trata de una cortina de agua procedente de varios manantiales con paredes de piedra toba y musgo, que tiene pequeñas grutas escondidas en su interior. El agua se recoge en una balsa que después se canaliza para el riego de campos y huertos. Brota de una formación caliza y se manifiesta en un curioso relieve dibujado por el agua que circula en el interior de la cueva, cargada de sales cálcicas en disolución. Si en verano es impresionante contemplar esas lágrimas de agua en las cárcavas, la imagen invernal es aún más plástica, ya que los chorros de agua se congelan y forman estalactitas. La ruta básica es circular, con salida y llegada en la oficina de turismo del pueblo, y se hace a paso normal en tres cuartos de hora (con paradas: son algo más de tres kilómetros), con desniveles mínimos.

El retablo gótico más grande de la Corona de Aragón

La iglesia de San Blas, del siglo XIII es una de las paradas turísticas obligatorias en Anento, sobre todo por su impresionante retablo gótico homónimo del siglo XV, el mayor de la Corona de Aragón entre los que se conservan completos. El retablo de San Blas, de la Virgen de la Misericordia y de Santo Tomás Becket es obra del Maestro Blasco de Grañén, uno de los mayores representantes de la pintura gótica aragonesa. Ocupa todo el presbiterio, a la izquierda del altar, y se compone de un cuerpo dedicado a los tres santos y sus escenas narrativas. En el tercer piso del cuerpo del retablo que hace las veces de ático o coronamiento, se representaron figuras de santos de devoción universal, San Miguel Arcángel, Santa Catalina de Alejandría, Santa Lucía de Siracusa, Santa Bárbara y dos profetas, David e Isaías. La DPZ editó una obra sobre el retablo en 2010, escrito por Mª Carmen Lacarra.

LOS IMPRESCINDIBLES

El Castillo de Anento

Es una fortificación defensiva de origen musulmán, erigida en el siglo XIII. El lado oriental, de unos treinta metros de longitud, ha resistido a la erosión y permanece firme:el resto del edificio se desplomó. Tiene un foso excavado en la piedra.

Carretera a Báguena

El acceso actual a Anento por carretera llega de la autovía y pasa por Lechón. Para conectarse con Báguena se dispone de una rambla (cauce seco de 4 kilómetros) que finalmente, con vía libre para el inicio de las obras, será carretera.

La guerra de los dos Pedros

Este verano se ha recreado por décima vez en Anento este episodio del medievo, fundamental en la historia de Aragón: la guerra que enfrentó a Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón, librada entre 1356 y 1369.

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