Uno de cada cinco aragoneses en paro llevan más de tres años sin encontrar un empleo

Solo el 48% de los desempleados cobran alguna prestación estatal. El Gobierno ha vuelto a prorrogar la ayuda de los 400 euros.

Oficina del INAEM en Zaragoza
Oficina del INAEM en Zaragoza
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El paro ya se encuentra en Aragón a niveles de 2008, pero con más temporalidad que entonces. Además de ello, destaca que, mientras que hay aragoneses que pueden encadenar varios contratos la misma semana; también existe un volumen elevado de personas que llevan más de tres años sin encontrar un empleo. Según las últimas cifras publicadas por el Instituto Aragonés de Estadística (Iaest), en julio de este año había 13.537 aragoneses que llevaban más de tres años en desempleo, lo que supone más del 20% de los parados actuales.

El número de aragoneses que suman más de tres años en el paro ha ido variando a lo largo de los últimos años. Ejemplo de ello es que en 2010 apenas eran 3.000 personas y suponían poco más del 3,7% de los desocupados de la Comunidad. Poco a poco, estas cifras fueron creciendo hasta que durante los cuatro primeros meses de 2016 se llegó a rozar de manera sistemática la cifra de 16.000 personas con más de tres años sin opciones laborales (esta situación se había producido con anterioridad en julio y septiembre de 2015). En aquel momento, suponían el 17,5% del total de parados. Un porcentaje que no ha dejado de crecer en estos meses, registrando unas cifras históricas: uno de cada cinco desempleados en Aragón llevan más de tres años buscando un empleo.

“Es algo que preveíamos que podía ocurrir. Hay una gran cantidad de población que se encuentra enquistada en este punto, que muchas veces es de difícil retorno”, reconoce Juan Carlos Cantín, secretario de Empleo de CC. OO. Aragón. De hecho, recuerda que el perfil de este colectivo ha ido variando: “Durante los primeros años, los hombres fueron los más castigados, a causa de que muchos estaban empleados en el sector de la construcción y su reconversión laboral era complicada; pero ahora son las mujeres las que copan buena parte del total de parados con más de tres años sin empleo”.

En concreto, según los datos facilitados por el Iaest, el 64% son mujeres. De ellas, casi el 13% tienen entre 55 y 59 años; aunque las dificultades son ya patentes a partir de los 45 años. “Según las estadísticas y lo que vemos día a día, generalmente son mujeres con una baja cualificación, extranjeras no comunitarias y con cargas familiares”, subraya Cantín. Todas estas cuestiones hacen que su inserción en el mercado laboral sea complicada: “Se ofrecen empleos temporales, de horarios flexibles y con pocas condiciones laborales. Asimismo, se intenta que gente muy preparada desempeñe trabajos de menor cualificación”.

Según las estadísticas, en la actualidad hay dos grupos de parados: aquellos que llevan menos de un año desocupados que van encontrando, aunque sea de manera temporal, un trabajo; y los que tras varios años sin un empleo, no suelen tener oportunidades de reincorporarse al mundo laboral. Por ello, Cantín pone especial énfasis en la escasa repercusión que tienen las medidas económicas adoptadas por el Gobierno para ayudar a este colectivo: “Existen, pero hay pocas y las empresas suelen presentar bastantes recelos a la hora de adherirse a ellas, bien por el desconocimiento respecto a su funcionamiento o por las elevadas exigencias que conllevan”.

Sin protección

Tras más de tres años en el paro, la mayoría han perdido el derecho a tener una prestación o ayuda económica. Prueba de ello es que de los 67.211 parados que había en Aragón en julio de este año, solo 32.135 estaban cobrando una prestación. Esto supone que más del 50% ya no podían solicitar una ayuda económica a pesar de no encontrar un trabajo. Por lógica, la mayoría de los desocupados desde hace más de tres años se encontrarían en esta posición.

Poco después del comienzo de la crisis, los sindicatos pusieron el punto de mira en esta cuestión: cada vez más españoles estaban en el paro sin derecho a una prestación. Para aliviar este problema, en 2011 se puso en marcha el Plan Prepara, también conocido como la ayuda de los 400 euros. Esto no fue suficiente para paliar la caída de la protección: si en 2011 el 65% de los parados aragoneses tenían algún ingreso; en junio de 2015 esta cifra ya había bajado hasta el 48,19%. Hay que destacar que en 2017, por primera vez desde el inicio de la crisis económica, no se registra un dato más bajo que durante el mismo periodo del año anterior. De hecho, en junio de 2017 el porcentaje de beneficiarios ascendía a 48,33%, un punto porcentual más que en 2016 y unas centésimas por encima del dato de 2015.

Cuando uno se queda sin empleo, la primera asistencia que recibe es aquella que ha generado con su propio trabajo. En la actualidad 16.748 aragoneses están en desempleo y cobran esta prestación contributiva. Tras acabar los dos años que existen (como máximo); la siguiente ayuda es el Plan Prepara, que en la actualidad lo reciben 11.930 personas en la Comunidad. Otras medidas de apoyo económico son la Renta Activa de Inserción (RAI), que la reciben 3.171; y el Programa de Activación para el Empleo (PAE), con 286 acogidos.

Además de estas opciones, el Gobierno de Aragón y los ayuntamientos tienen sus propias ayudas. Por ejemplo, según la información facilitada recientemente por el director gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, Joaquín Santos, en la actualidad, más de 7.600 familias se benefician del Ingreso Aragonés de Inserción (IAI), aunque el número de solicitudes llega hasta casi las 10.000. Para mejorar esta situación, en la Comunidad se está trabajando desde hace más de un año en la creación de una Renta Social Básica, que sustituiría al IAI y a la Ayuda de Integración Familiar (AIF). Sin embargo, su tramitación se está dilatando, y todavía no hay una fecha prevista para su puesta en marcha.

Ampliación de los 400 euros

El Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha vuelto a ampliar, durante seis meses más, el Plan Prepara. Este subsidio (que se puede cobrar durante seis meses y solo una vez) lleva en funcionamiento desde 2011, pero ahora se enfrenta a importantes obstáculos. Por un lado, ha decaído la condición para su prórroga automática, que se basaba en que la tasa de paro se situara por encima del 18%. Por otro lado, el Tribunal Constitucional ha dictaminado que son las comunidades autónomas las que deben gestionar las ayudas a los parados que hayan agotado la prestación por paro.

Ante esta situación, está previsto que el próximo 4 de septiembre se inicie una negociación entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal para simplificar y reforzar los programas de orientación, formación y protección de desempleados de larga duración y mayores de 50 años. Actualmente funcionan el Programa de Activación para el Empleo, el Prepara y la Renta Activa de Inserción.

“Entre nuestras propuestas se encuentran dos fundamentales para intentar llegar al mayor número de personas: que no sean necesarias elevadas cargas familiares para acceder a las ayudas y que sean compatibles con un empelo a tiempo parcial. Si te ofrecen un contrato de tres horas diarias por 300 euros y tienes que dejar la ayuda de 400; mucha gente no lo acepta”, explica Cantín. Por su parte, UGT apuesta por la evaluación de todos los desempleados actuales para así establecer itinerarios personalizados de inserción, práctica que ya se hace en el resto de países del Europa.

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