Ocho pueblos aragoneses para viajar en el tiempo

Los yacimientos más antiguos encontrados en la Comunidad datan de hace más de 145 millones de años.

Un equipo de paleontólogos de Dinópolis en el yacimiento de Barrihonda de Riodeva
Un equipo de paleontólogos de Dinópolis, en el yacimiento de Barrihonda de Riodeva.
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La geografía aragonesa está plagada de rincones cuyos vestigios convierten a sus visitantes en auténticos viajeros en el tiempo. Incluso antes de la llegada de los primeros humanos, el territorio que hoy ocupa Aragón estuvo poblado por otros moradores de mayor tamaño.

La provincia de Teruel acoge el mayor número de yacimientos paleontológicos de la Comunidad. En el año 2003, científicos de la fundación Conjunto Paleontológico de Teruel-Dinópolis descubrieron en un campo de labranza situado en las afueras de Riodeva los primeros fósiles correspondientes al Turiasaurius Riodevensis, conocido como 'el gigante europeo', que vivió hace unos 145 millones de años. El yacimiento de Los corrales del pelejón, perteneciente a la localidad turolense de Galve, está considerado como un lugar de referencia mundial desde que en la década de 1950, José María Herrero, un vecino de la población, descubrió las primeras cinco huellas de dinosaurio. En la actualidad, este yacimiento cuenta con un total de 40 icnitas pertenecientes a diversas especies de dinosaurios. En El Castellar, en la comarca de Gúdar-Javalambre, se concentran cuatro yacimientos jurásicos que ocupan una extensión de más de 500 metros cuadrados.

En Huesca, entre la sierra de Guara y el Somontano, por donde discurre el río Vero, se conservan importantes yacimientos arqueológicos cuya cronología abarca desde el Paleolítico hasta la Edad Media. El principal ejemplo de arte rupestre paleolítico de Aragón lo constituye la Cueva de la Fuente del Trucho, en el barranco de Villacantal, entre las localidades de Asque y Colungo.

En el valle medio del Ebro destacan la abundancia de asentamientos de época romana. En la zona que hoy comprende las comarcas de Tarazona y el Moncayo y Campo de Borja se ubicaban las ciudades de Turiaso y Bursao, denominadas actualmente como Tarazona y Borja. En la zona oriental del valle se encuentra el yacimiento de La Corona, en Fuentes de Ebro, un pequeño asentamiento abandonado en la segunda mitad del siglo I a.C. A pocos kilómetros, en Velilla de Ebro, se encuentra la Colonia Celsa, la principal ciudad del valle medio antes de la fundación de Cesaraugusta, la actual Zaragoza.

Si tu pueblo también tiene mucha historia, alguna tradición curiosa, una rica gastronomía o destaca por la simpatía de sus habitantes, no dudes en inscribirlo al concurso 'Mi pueblo es el mejor', organizado por HERALDO con el patrocinio de Turismo de Aragón y Bantierra.

Para participar, lo único necesario es un pueblo, una cámara y la ilusión de sus vecinos. El plazo para enviar las grabaciones, cuya temática es libre, termina el 15 de septiembre. El pueblo ganador recibirá para disfrutar con sus habitantes 1.000 litros de cerveza, la actuación de la orquesta y charanga Boulevard y la publicación de un reportaje en HERALDO y Heraldo.es. Además, la persona encargada de subir el vídeo a la página web del concurso recibirá como galardón individual un iPad.

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