Velilla de Cinca: el increíble olvido que creó un dicho hace cien años

El entierro del joven Valero Villanova generó una frase lapidaria para el pueblo: ‘Donde se dejaron al muerto en casa’.

Heliodoro Barrios, frente a la casa de Valero Villanova
Heliodoro Barrios, frente a la casa de Valero Villanova
Laura Uranga

Situada a apenas diez kilómetros al norte de Fraga, Velilla de Cinca es una localidad consagrada a la fruta, principal rubro de una economía agrícola. Los apellidos Zapater y Montull son los más comunes en un núcleo poblacional que frisa en los 400 habitantes. Heliodoro Barrios es uno de los más populares: investigador especializado en genealogía y apasionado de las historias rurales, combina su trabajo en el campo con su pasión por el rescate de historias y tradiciones de su pueblo y las localidades próximas.

A Velilla se le conoce popularmente por el pueblo en el que se olvidaron el muerto en casa. La cosa tiene explicación lógica desde hace un siglo, hacia 1915: la fecha exacta no está clara, porque los archivos municipales se quemaron en la Guerra Civil. "En el número 32 de la calle Fraga, la antigua casa de la Manolita, había un enfermo llamado Valero Villanova. Su padre, del mismo nombre, había sido alcalde. El muchacho no pudo superar sus quebrantos de salud y murió. Su familia lo colocó en la alcoba y sus primos se encargarían de trasladar el ataúd hasta la iglesia".

El olvido

El cuerpo del infortunado Valero no llegó a la iglesia. "La ceremonia -comenta Heliodoro- se ofició sin problemas y luego se condujo el féretro hacia el cementerio por la calle del Molino. Al llegar a la calle Torno, una de las criadas de la casa llegó corriendo para advertir que el cadáver seguía en la alcoba. Los primos se habían dado cuenta de que el ataúd pesaba poco, pero lo atribuyeron al hecho de que el fallecido era muy liviano. La comitiva esperó a que fueran a buscar el cuerpo, lo envolvieron en sábanas y lo metieron en el ataúd para enterrarlo. De este hecho quedo el dicho de que en Velilla se dejaron al muerto en casa".

El increíble olvido que creó un dicho hace cien años

Heliodoro se ha dedicado en los últimos años a recopilar datos y escuchar a los mayores, amén de cruzar datos con otros pueblos para compilar sus propios archivos. Habla con orgullo de varios hijos ilustres del pueblo, como el escritor Joaquín Montull Zapater, poeta enamorado de los aforismos, nacido en 1932 y muerto hace seis años. "Aquí están algunos de sus compañeros de estudios -señala Heliodoro, aludiendo a un cuarteto que juega a las cartas- y recuerdan que cuando venía la inspección escolar de de Huesca, ponían a Joaquín en pupitre aparte para exhibir sus dotes de superdotado. También está el doctor en geografía y político Ismael Zapater, que ha desarrollado su actividad en Lérida, o Mosén Eladio Gros, de Peñalba, que fue párroco de Velilla desde 1955 hasta su muerte: una estancia de casi 60 años. Trabajó mucho en los archivos diocesanos de la catedral de Lérida".

Gros escribió en 1980 una obra muy respetada en el ámbito eclesiástico aragonés: ‘Los límites diocesanos en el Aragón orie?ntal’. También dinamizó la cultura de Velilla como director de la revista Parlem, de periodicidad anual y que compila temas de actualidad junto a leyendas locales, poesía, reflexiones socioculturales...

Velilla también cuenta con un museo etnográfico de antigüedades fundado por Ramón Zapater Pirla: El Cao. También se protege (aunque se eche en falta algo de esmero al respecto) el hablar en chapurriau, común en todo el Aragón oriental desde Huesca a Teruel.

LOS IMPRESCINDIBLES

Ermita de San Valero

A dos kilómetros en dirección a Fraga se alza esta ermita asentada sobre un mausoleo romano del siglo I; construida en el XIII, pertenece al tardorromántico y exhibe elementos decorativos góticos.

Sardinas y caracoles

San Valero es el patrón de Velilla, y la tradición de ese día es servir sardinas asadas y caracoles en la comida popular. Este año se sirvieron 450 sardinas asadas y 40 kilos de caracoles.

La Transvelillense

El pasado 5 de febrero se disputó la quinta edición de esta carrera de BTT (bicicletas todoterreno) que anima el panorama deportivo del área. Javier Laín y Bernat Reñé fueron los ganadores.

Ir al especial 'Aragón, pueblo a pueblo'.

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