Los cerca de 40 kilómetros de la N-232 que discurren entre Figueruelas y el límite con la comunidad de Navarra se habrán convertido en autovía a finales de 2020: un año antes de la previsión oficial. Así lo anunció ayer el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, durante la colocación de la primera piedra del tramo que discurre entre las localidades de Gallur y Mallén, en el que se van a invertir un total de 57 millones de euros y que completa el que ya se está ejecutando entre Figueruelas y Gallur. Bastante más prudente se mostró De la Serna a la hora de hablar del tramo de la N-232 que atraviesa la Ribera Baja del Ebro, para cuyos desdoblamientos reconoció que todavía no hay fecha.

"Once fallecidos en 83 accidentes graves registrados durante los últimos cinco años son motivo suficiente para acelerar el desdoblamiento de esta peligrosa carretera", reconoció ayer el ministro. Sin embargo, han sido muchas más las vidas que ha tenido que cobrarse la N-232 en el tramo Figueruelas-Mallén a lo largo de las últimas décadas para que las reivindicaciones de vecinos y usuarios tuvieran eco en Madrid. El titular de Fomento admitió que medidas como la prohibición de adelantar han contribuido a disminuir el número de muertes, pero no a ponerles freno. De ahí que De la Serna insistiera en la necesidad de recortar los plazos previstos para tener convertida la nacional en autovía mucho antes de septiembre de 2021 (que es la fecha oficial de fin de obra).

Solo 1,4 millones para este año

Pero lo cierto es que la promesa del ministro no está exenta de dificultad, puesto que de la Serna quería adjudicar el tramo Gallur-Figueruelas en enero y no pudo hacerlo hasta el pasado mes de mayo (cuando se concedieron las obras a Copisa y Sando por un 40% menos de la partida de licitación). Además, la partida presupuestaria para este año se limita a 1,4 millones, lo que apenas da para acometer las trabajo previos.

Pese a todo, el presidente del Gobierno aragonés, Javier Lambán, valoraba ayer los esfuerzos de Fomento por cumplir con la palabra dada. "Hoy es un día de reconocimiento, ya que se confirma que cuando existe voluntad los acuerdos son posibles", dijo. Para Lambán, la colocación de la primera piedra del desdoblamiento del tramo Gallur-Mallén significa que "la pesadilla toca a su fin". "La ira y la inquietud de los vecinos de estos pueblos cada vez que se produce un accidente en esta carretera están justificados. Su reivindicación fue siempre justa y gracias a ella hemos llegado hasta donde estamos", señaló el responsable de la DGA.

Pero Lambán no quiso olvidarse del problema de la N-232 "aguas abajo", ya que los habitantes de localidades como El Burgo de Ebro o Fuentes de Ebro todavía deberán seguir esperando para ver las máquinas trabajando. "Me consta que existen partidas presupuestarias para los tramos El Burgo-Fuentes y Fuentes-Valdealforga, pero habría que agilizar los trámites", espetó Lambán a De la Serna. Este último reiteró que su deseo es sacar a exposición pública el primer proyecto este mismo mes de julio, para iniciar el proceso de expropiaciones previo a la adjudicación de los trabajos. En cualquier caso, no fue capaz de poner fecha a la contratación de las obras, que permitirán desdoblar 18 kilómetros de la N-232 con una inversión de 38 millones de euros.

15.500 vehículos cada día

La directora de obras del tramo Gallur-Mallén, Esther Ruiz, explicó ayer al ministro de Fomento y al resto de asistentes al acto de colocación de la primera piedra que los trabajos entrañan cierta dificultad, ya que las máquinas tendrán que convivir con los 15.500 vehículos –más de la mitad, pesados– que a diario transitan por esta peligrosa nacional. De hecho, de los 15 kilómetros de este tramo, 11 discurren sobre la actual plataforma y solo 4 constituyen una variante a la altura del casco urbano de Mallén.

El proyecto contempla cuatro enlaces y un semienlace (en la conexión con el tramo navarro de la A-68) e incluye como obra singular dos viaductos sobre el río Huecha (uno por calzada, de 60 metros de longitud cada uno de ellos). También hay una partida importante para medidas ambientales.