La sequía no evita los bajos precios: más de 120 millones en pérdidas en el campo aragonés

La sequía, el granizo y las tormentas recientes acaban de lastrar una campaña pésima. Aragón se queda además fuera de las medidas de ayuda nacionales.

El secretario general de la organización agraria UAGA ha alertado este jueves de que la próxima cosecha de cereales de invierno está perdida en la margen derecha del río Ebro.
El secretario general de la organización agraria UAGA ha alertado este jueves de que la próxima cosecha de cereales de invierno está perdida en la margen derecha del río Ebro.
Antonio García

Los agricultores hablan de las peores condiciones climáticas en más de una década. Peor incluso que la sequía que azotó a la Comunidad en 2012, y el remate final ha llegado en las últimas semanas cuando distintas tormentas y también granizo han complicado aún más la situación, perdida ya en muchas parcelas para los cereales de invierno, pero también para la fruta en plena campaña de recolección. Y lo más sangrante de todo, en opinión de los agricultores, es que el descenso de producción no se está viendo reflejado en una escalada de precios.

“En la zona del Jiloca hay algunos pueblos donde podemos hablar de que se ha perdido el 100% de la cosecha, como Monreal del Campo, Bañón o Torrijo. Y no son exageraciones”, comenta Roberto Sanz, representante en Teruel de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón. La provincia turolense ha sido con diferencia la más afectada por la sequía de este año. Principalmente porque muchas de las zonas son mayoritariamente de secano, y también porque comarcas como el propio Jiloca llevan años arrastrando un déficit de lluvias que complica la cosecha a los agricultores.

A ello se han sumado posteriormente las heladas tardías del mes de mayo y, como si se tratara de la puntilla, el granizo que ha caído ocasionalmente pero con fuerza en junio, tanto en Teruel como en zonas de la Comarca de Calatayud, donde también ha afectado a frutas como la cereza.

Más de 50.000 hectáreas dañadas y 120 millones en pérdidas

La suma de estos tres contratiempos -sequía generalizada, heladas tardías y granizo- aglutina ya 52.172 hectáreas siniestradas en Aragón solo en cereal según los últimos datos de Agroseguro, aunque el ritmo con el que se van añadiendo más es alto. Para hacerse una idea, a mediados de mayo las hectáreas declaradas eran unas 20.000 menos, cantidad que no obstante no es representativa de la totalidad, ya que muchos agricultores han dejado de contratar en los últimos años seguros específicos por sus costes y unas coberturas que cada vez califican como “más deficientes”.

En términos económicos, la sumas también aumentan. La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) calculaba a mitad de junio unas pérdidas de unos 120 millones de euros en todo Aragón, concentrados en la pérdida de cereal. Teruel era la provincia más afectada con 65 millones perdidos, seguida de Zaragoza con 40 y por último Huesca con 15. Ahora sin embargo los sindicatos agrarios afirman que esas pérdidas podrían elevarse hasta los 80 millones solo en Teruel, teniendo en cuenta también que algunas infraestructuras como los caminos han quedado destruidos con las últimas tormentas.

Aragón, fuera del Decreto nacional por la sequía

Y en este ambiente, los agricultores recibían esta semana la última de las malas noticias. La cuenca del Ebro no ha sido incluida en el Real Decreto propuesto por el Ministerio de Agricultura para promover ayudas contra la sequía, como sí que se ha hecho con las cuencas del Júcar, el Segura, y el Duero.

El plan del Decreto no incluye ayudas como tal, pero sí exenciones al pago del canon de regulación y en la cuota de la tarifa de utilización del agua para los regantes. También prevé que las explotaciones agrarias de toda España afectadas por sequía tengan una moratoria de un año, sin intereses, en el pago de las cotizaciones a la Seguridad Social desde Julio 2017 a febrero 2018.

“Entendemos que no se pueda incluir toda la cuenta del Ebro, porque es inmensa, pero en la margen derecha las pérdidas de la cosecha van a ser muy importantes. Y con el Decreto estamos hablando que van a poder beneficiarse zonas cercanas a Albarracín por la cuenca del Júcar pero no el Jiloca, por lo que el método de distribución es muy injusto”, comenta el representante de Uaga.

Aunque se sigue buscando la forma de resarcir la ausencia de Aragón en el Real Decreto, por el momento la DGA ha comenzado a buscar alternativas impulsando una línea de créditos blandos y adelantando el pago de la PAC.

Cambios de cultivos, importación y precios bajos

Como resultado a los vaivenes climáticos y la crudeza de la sequía de esta campaña, son ya varios los efectos que se empiezan a ver en el campo aragonés. En Huesca por ejemplo, a pesar de ser la provincia menos castigada, las tormentas recientes han retrasado la segunda siembra de uno de los cultivos más importantes del Alto Aragón, el maíz.

“La siembra solo se ha retrasado una semana, pero eso es suficiente para que la producción sea mucho más floja, por lo que muchos agricultores han cambiado de cultivo y se han puesto a plantar girasol. Es una alternativa, que ya veremos qué repercusiones tiene a futuro en los precios, porque no se esperan muy altos”, explica Fernando Luna, presidente de Asaja-Huesca.

Y es que si de algo se quejan los agricultores es de que esta campaña, a pesar de la reducción de la cosecha, los precios no están repuntando. “Nos beneficiamos de un mercado global para exportar y también lo sufrimos cuando se compensan los precios”, asume Luna.

A este respecto, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) publicaba hace unas semanas un informe en el que recogía la posibilidad de nuevas exportaciones hacia España por el descenso en la producción de cereal, algo que los agricultores dan por hecho que ocurra, ya que el ganado en los últimos años ya había necesitado importaciones.

Cambiando de cultivo, en lo que respecta a la fruta, la campaña tampoco ha comenzado con buenos precios, de hecho, están siendo los peores en tres años, incluso cuando el veto ruso pesaba con más fuerza. El melocotón, por ejemplo, se está pagando a 0,40 euros en origen, casi la mitad que hace tres años, según el Índice de Precios del Sindicato Coag.

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