El Ministerio de Hacienda pone en marcha este sábado el nuevo sistema de gestión del IVA, por el que las empresas deberán presentar sus facturas en un plazo máximo de 8 días. Una novedad muy mal acogida por el sector, que augura problemas en su ejecución por falta de tiempo y mayores costes.

En concreto, la Agencia Tributaria (AEAT) lanza el denominado Suministro Inmediato de Información (SII), de momento, de obligado cumplimiento para las grandes empresas -aquellas que facturen más de 6 millones de euros al año-. Además, el plazo se reducirá aún más, hasta los cuatro días como máximo, a partir del año que viene, excluyendo fines de semana y festivos. Actualmente las empresas cuentan con un plazo de uno o tres meses, en función de su tamaño, para informar a Hacienda de las facturas emitidas o recibidas.

Desde el Ministerio recuerdan que “el vigente sistema de gestión del IVA lleva funcionando, con las necesarias adaptaciones, desde hace más de 30 años”, sin embargo, “la situación tecnológica actual permite la implementación de un nuevo sistema, mejorando de esta forma el control tributario y la asistencia al contribuyente en el cumplimiento de sus obligaciones”.

Además, argumentan que “se conseguirá información de calidad en un intervalo de tiempo suficientemente corto como para agilizar el sistema de gestión del IVA”, así como una “disminución de los requerimientos de información” y una “reducción de los plazos de realización de las devoluciones, al disponer la AEAT de la información en tiempo casi real y de mayor detalle sobre las operaciones”.

Una visión totalmente alejada de la que tienen los empresarios. José María García, director general de la CEOE-Aragón, critica que “ha habido muy poco tiempo para adaptarnos al nuevo sistema”, que afectará en la comunidad autónoma “a más de 2.000” empresas, unas 63.000 en todo el territorio nacional.

“Al escaso margen de tiempo se une que los sistemas de contabilidad son complejos, y muchas empresas de software no tienen disponibles las herramientas para las empresas”, lamenta García. Si a ello se le suma que “hay que formar a los trabajadores para utilizar el nuevo sistema y asumir más costes económicos”, no extraña que exista una “sensación agria” en el sector.

De hecho, desde la CEOE se ha reclamado a Hacienda “en repetidas ocasiones” que retrase la puesta en marcha de un sistema “único en el mundo, lo que provocará un problema de competitividad de las empresas españolas con respecto al resto”, apunta el director general.

¿Sanciones?

El incumplimiento de las nuevas obligaciones que trae consigo el sistema SII conlleva sanciones, pero dadas las prisas de su implantación y las críticas empresariales, el director de Gestión de la Agencia Tributaria, Rufino de la Rosa, aseguró en su momento que serán “flexibles” ya que el objetivo de este cambio no es el de sancionar.

Así se lo han trasladado a su vez a los empresarios, que sin embargo ponen en duda estas afirmaciones ya que “nadie lo ha garantizado por escrito” por lo que “al aumento de costes se puede unir el pago de sanciones”, concluye García.