La sequía también afectará a nuestros bolsillos: este verano podría dispararse la luz

El Gobierno y las eléctricas admiten que habrá subidas, pero creen que no alcanzarán los precios de enero.

La OCU advierte de una fuerte subida en la factura de la luz de noviembre
La sequía y las altas temperaturas podrían disparar este verano el recibo de la luz.
JAVIER BLASCO

El sofocante calor en el que vive gran parte de Aragón estos días ha disparado el consumo eléctrico hasta niveles nunca vistos en los últimos años. Según Endesa, la punta máxima de consumo en la Comunidad ha crecido un 15,7% desde el 1 de junio y a las 18.00 del pasado día 15 se registró el mayor pico de consumo en este mismo mes desde el año 1992.

Detrás de estos datos se halla, sin duda, el uso masivo de aparatos de aire acondicionado y de ventiladores, cuya venta ha crecido un 50% con respecto al año pasado, y eso que no hace ni una semana del comienzo oficial del verano. El crecimiento del consumo eléctrico es la tónica habitual cada verano y la consecuencia directa no es otra que el encarecimiento de la factura de la luz. Es una ecuación lógica: a mayor consumo, mayor gasto para familias y empresas. Pero este verano, las condiciones meteorológicas podrían jugar una mala pasada a los consumidores. Según han apuntado algunos expertos en los últimos días, la sequía (que tiene en jaque al río Ebro) y las altas temperaturas están provocando una escasez en la oferta de energía renovable e hidráulica, una situación que podría incidir directamente sobre el precio de la factura de la luz, disparando su coste.

Esta situación de escasez ha transportado a muchos ciudadanos al pasado mes de enero, cuando en plena ola de frío los precios de la luz en el mercado mayorista encadenaron varios días de fuertes subidas anotándose máximos hasta entonces desconocidos y provocando aumentos más que considerables de la factura de la luz. La indignación de la población fue tal en aquellas semanas, que el Gobierno llegó a dar explicaciones en el Congreso sobre la subida de precios, así como de las medidas que estaba tomando para contenerla.

El coste medio de producción de electricidad este mes de junio está siendo de 50 euros por megavatio/hora (Mwh), una cifra que supone un 6% más que la media de mayo y un 16% más que la del pasado abril. Según los datos del Mercado Oficial de Opciones Y Futuros Financieros en España (MEFF), recogidos por el diario 'El Economista', el precio del mercado mayorista de la electricidad para julio registrará un encarecimiento del 29,2% (52,40 euros frente a 40,53 euros); para agosto, del 23,9% (51 euros contra 41,16 euros) y para septiembre, del 27,23% (52,37 euros frente a 43,59 euros). Estos precios representan en torno al 60% del recibo de la luz (el 40%  restante corresponde a la parte regulada), por lo que estas previsiones de mercado podrían llegar a traducirse en una subida del recibo de la luz de en torno al 10%.

Llamamiento a la calma

Ante el runrún del posible aumento de precios, y teniendo en cuenta el enfado de la población el pasado enero, tanto el Gobierno como las compañías eléctricas se han apresurado a enviar mensajes tranquilizadores.

Este jueves, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, manifestó en una entrevista en televisión que él tenía confianza en que el recibo de la luz se mantenga estable en los próximos meses. Nadal afirmó que, pese a que el agua, el viento y el precio del petróleo son los factores que más influyen a corto plazo en los precios de la luz, ahora mismo el mercado se mueve en unos precios "razonables para las circunstancias". "Al haber más demanda y poca agua, hay tensión de precios", añadió el ministro, que valoró que en 2016 se produjo la "tormenta perfecta, pero en sentido positivo", ya que se dieron todos los elementos para que bajara el recibo de la luz. Pero "este año no los tenemos tanto".

Por su parte, el consejero delegado de Endesa, José Bogas, aseguró también esta semana que los precios de la luz no sufrirán subidas como las que se registraron el pasado mes de enero, ya que considera que esa "fue una situación global", mientras que lo de ahora "es más local". "Estamos en un nivel de precios que debería ser más bajo, pero que esos precios se disparen y lleguen a los de enero no puede ser, tendría que haber una circunstancia adicional para que eso ocurriera", dijo el consejero. Aunque Bogas quiso suavizar la situación, lo cierto es que sus palabras deslizan que sí que habrá una subida de precios, aunque, según el ejecutivo, será más 'discreta' que la de principios de año.

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