Cuando 'hacer sangre' es bueno

Con cada donación de sangre se salvan tres vidas. Así lo asegura la Organización Mundial de la Salud (OMS) y lo corrobora la presidenta de Donantes de Sangre Zaragoza, María del Carmen González: “Cuando se hace una donación de sangre (450 mililitros), en el laboratorio se fracciona en sus diferentes compuestos. Así se consigue una bolsa de hematíes, una de plasma y otra de plaquetas, por lo que se entiende que con cada una de ellas se está salvando una vida”.

Además de ayudar a aquellas personas que necesitan sangre, se está colaborando de manera directa con los servicios sanitarios y con el bienestar de uno de uno mismo, puesto que, tal y como recuerdan en Donantes de Sangre de Aragón, “la sangre se fabrica en la médula ósea y cuando se hace una extracción, ésta tiene el efecto de estimular la creación de nuevas células sanguíneas”. Por lo que la donación supone un beneficio para miles de personas.

“Nuestra asociación tiene más de 170.000 socios, alguno de ellos ya no están en activo porque han superado los 65 años, pero la mayoría son muy constantes”, asegura González. De hecho, recalca que uno de los hechos de los que se sienten más orgullosos es que en sus 53 años de existencia, nunca se ha tenido que suspender una operación por falta de sangre ni se ha dejado a ninguna persona sin atender. “Siempre que hay una urgencia o que pasa algo grave, llamamos a nuestros asociados y acuden lo más rápido que pueden”, sostiene.

Para ello es necesario llevar una planificación muy detallada, que en términos generales funciona casi a la perfección: “Siempre hay momentos en los que hay algún enfermo de leucemia o algún accidente en el que se necesita un grupo concreto del que no hay suficientes reservas. En estos casos, tenemos que realizar un llamamiento extra a la ciudadanía, pidiendo expresamente ese tipo de sangre”. Según detalla, los negativos suelen ser los que más se solicitan, puesto que hay menos gente con esta sangre.

A pesar de que la donación de sangre es un acto voluntario, anónimo y altruista; hay empresas que de manera más o menos continuada colaboran en la difusión de la donación y, en ocasiones, ofrecen a la asociación algún descuento simbólico para sus miembros. “Siempre se autorizan estos acuerdos porque son pequeños beneficios para agradecer a los afiliados al Club del Donante su altruismo”, recalca González. Para este verano, Viajes Eroski ha querido reconocer el esfuerzo de la asociación con algunos descuentos en viajes. En otras ocasiones, los miembros del Club del Donante han tenido 'rebajas' en la adquisición de gafas o en arreglos para el coche.

Perfil del donante

Cualquier persona que tenga entre 18 y 65 años y pese más de 50 kilos puede donar sangre. Esta es la premisa principal de este acto altruista, aunque existen algunos matices, que cambian con el paso de los tiempos. “Por ejemplo, hace unos años, las personas con la tensión alta no podían donar. En la actualidad, si están totalmente controlados con la medicación, no hay mayor problema”, explica González. Lo mismo ocurre con aquellas personas que tienen Hepatitis, hasta hace poco ninguna podía donar y ahora sí que está permitido que lo hagan los enfermos de Hepatitis A.

En el caso de llevar un percing o haberse hecho un tatuaje recientemente también tendrán que esperar, aunque no tanto como hace unos años. Anteriormente hacía falta aguardar un año, luego medio y en la actualidad la OMS marca que con unos tres o cuatro meses es suficiente. “Gracias a los diferentes estudios que se están haciendo, los expertos pueden ir puntualizando los casos en los que se puede o no donar sangre y los tiempo de espera. Esto nos está ayudando mucho, ya que aumenta las posibilidades”, recalca González.

Aún así el perfil de donante se ha mantenido a lo largo de los años: “Los que más vienen son hombres de entre 40 y 60 años, aunque se está notando un incremento de gente joven, cada vez más concienciada”. De hecho, uno de los buenos datos registrados en estos primeros meses de 2017 es que ha aumentado el número de nuevos donantes. En concreto, de enero a mayo se han registrado 2.388, 522 más que en el mismo periodo de 2016. Asimismo, destaca el incremento de mujeres, 1.209, frente a las 813 del año pasado.

No hay que olvidar que los hombres pueden donar cada menos tiempo que las mujeres (ellos cuatro veces al año, mientras que ellas solo pueden tres). “Esto se produce por la existencia del periodo menstrual, que hace que se tarde más en recuperar el hematocrito”, afirma González.

Día Mundial

Este miércoles, 14 de junio, se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre. Por ello, la Asociación de Donantes de Sangre de Aragón ha instalado dos autobuses en Zaragoza. El primero se encuentra en la puerta del Banco de Sangre y Tejidos de Aragón y en él, aparte de la donación de sangre, se realizará una medición del riesgo cardiovascular. Esta iniciativa parte de la colaboración con la Fundación Mapfre. Este punto estará en funcionamiento desde las 8.00 hasta las 21.00.

Por su parte, también se va instalar otro autobús en la plaza Santa Engracia, donde también su ubicará una mesa informativa para promover y difundir la importancia de las donaciones. Esta unidad móvil estará abierta de 10.00 a 14.00 y de 17.30 a 21.00.

Además, para la próxima semana (21 de junio) están preparado un maratón de donaciones, que tendrá lugar en la Sala Multiusos de Zaragoza. “Es una acción que realizamos todos los años, con actividades hasta para los niños, cuyo objetivo es paliar el descenso de donaciones que se produce en verano”, explica González. Tal y como señala, en esta época del año las facultades y las empresas cierran por vacaciones; mientras que en los pueblos se suceden los festejos y algunas campañas agrícolas; por lo que es más complicado organizar los lugares a los que acuden las unidades móviles.

Según la información facilitada por el Gobierno de Aragón, en estos momentos los niveles de las reservas de sangre son muy similares a los que había durante el mismo periodo de año anterior, con apenas 46 donaciones más (en todo 2016 se registraron 42.541, un 1% menos que en 2015). “Para animar a la gente, siempre les recordamos que donar sangre no duele, pero sí que duele necesitarla y no tenerla”, puntualiza González.