¿Qué son las supuestas avionetas que recorren el campo aragonés?

Agricultores aragoneses denuncian la 'siembra de nubes' por avioneta desesperados por la sequía.

Las líneas que dejan las avionetas en el cielo.
Las líneas que dejan las avionetas en el cielo.

Esta semana la Junta Agropecuaria de Ágreda, en Soria, denunció ante la Junta de Castilla y León la supuesta presencia reiterada de avionetas que, siempre según la interpretación de los agricultores, estarían distribuyendo compuestos químicos para alterar las precipitaciones. La denuncia en la provincia vecina ha hecho revivir las quejas de un centenar de agricultores aragoneses que desde hace unos meses se aglutinan bajo la plataforma '¿Quién seca nuestros campos?', y que también presentó tras recoger 1.400 firmas una denuncia ante la Guardia Civil alegando del mismo modo la presencia reiterada de estas aeronaves sobre sus terrenos, que se encuentran en zonas azotadas por la sequía en los últimos años.

En internet se pueden encontrar teorías de todo tipo sobre la presencia de avionetas en el cielo y el rastro que dejan a su paso, muchas de ellas con una evidente falta de lógica. Un asunto que la comunidad científica siempre ha rechazado de plano pero que, según recuerdan desde la plataforma 'anti-avionetas' aragonesa, poco tiene que ver con lo que se debate en el mundo agrario.

“Aquí no estamos hablando de teorías conspirativas locas, estamos denunciando una práctica avalada por la ciencia para alterar tormentas y que creemos, por lo que vemos cada día, que se está realizando sin ningún control”, explica el portavoz de esta plataforma, Fernando Sánchez, agricultor de secano de Used, en el Campo de Daroca. La plataforma lleva unos meses distribuyendo en redes sociales varias fotografías y vídeos en los que entienden que se muestran estas avionetas.

La técnica a la que se refiere Sánchez es lo que se conoce como 'siembra de nubes'. Una práctica que lleva realizándose desde los años cuarenta y que es habitual -y por lo tanto normalizada- en el mundo agrario. Consiste en distribuir principalmente yoduro de plata sobre focos de tormenta cuando se prevé granizo para disminuir su volumen y que así sea menos dañino para las cosechas.

Esta práctica, que se realiza en varios países de nuestro entorno como Francia, y también en Aragón, se puede llevar a cabo principalmente mediante dos métodos: el primero usando quemadores, unas máquinas que evaporan el yoduro hacia las nubes, y el segundo, mediante avioneta que lo desperdigan desde el cielo.

En Aragón el responsable desde finales de los noventa de esta práctica es el Consorcio Antigranizo, una entidad anteriormente participada por la DGA y ahora por las Comarcas y agricultores que deciden incluirse en ella y financiarla que dispone de varios quemadores por distintas zonas del territorio aragonés que se utilizan en época de cosecha, como su nombre indica, para prevenir los daños por granizo.

Sin embargo la plataforma '¿Quién seca nuestros campos?' entiende que, además de los quemadores del Consorcio, existen avionetas no autorizadas que aún están tirando más yoduro sobre las nubes. “Nosotros hemos denunciado el asunto para que se investigue. Raro es el día en el que no vemos una pero nosotros no podemos llegar a más, tiene que haber una investigación seria porque, de ser lo que pensamos, se estaría distribuyendo más yoduro, con el consiguiente riesgo tanto por la alteración del clima como para el medio ambiente”, sostiene el portavoz de la plataforma, que cuenta con unos 180 miembros en zonas que van desde Daroca, Calatayud y zonas de Teruel hasta Graus en Huesca.

La siembra de nubes, una herramienta difícil de gestionar ante la diversidad varietal

Desde el Consorcio Antigranizo de Aragón, su gerente, Fernando Peligero, explica que en Aragón solo se utilizan quemadores y no avionetas. “El gasto sería inmenso en términos económicos si se hiciera con avionetas o con cualquier sistema volador como drones o similares”, señala.

Además, Peligero rompe una lanza a favor de estas prácticas. “El yoduro de plata no es biosoluble. Esto quiere decir que no pasa a los alimentos sobre los que se expone. En tierra además se miden concentraciones para ver si existe una concentración elevada y la última que hicimos fue tan pequeña que ni siquiera entró en la escala de medición”, defiende.

La DGA por su parte explica, como hizo el propio consejero Olona al ser preguntado por la Plataforma hace unos meses- que en la actualidad no se financia directa ni indirectamente la compra de yoduro ni estas prácticas, siendo un asunto autónomo del Consorcio y de las comarcas y agricultores que se adhieren a él.

Sobre el supuesto uso de avionetas, la Consejería de Desarrollo Rural realizó en 2016 una investigación requiriendo datos a aviación civil para ver si se habían dado vuelos por estas zonas, y el resultado fue negativo. Es decir, si alguien ha sobrevolado los campos como denuncia la Plataforma, lo habría hecho de forma irregular.

Cuestión aparte es el debate sobre la siembra de nubes que ha existido siempre en el sector agrario. Estas prácticas para disminuir el tamaño del granizo son positivas para cultivos como la vid o los frutales en regadío, pero, si se tiene en cuenta la hipótesis que defiende la plataforma de que además provoca que llueva menos, no lo sería tanto para los campos de secano.

Todos los sindicatos agrarios en una Comunidad autónoma u otra han denunciado alguna vez el uso de avionetas, aunque en su seno tampoco es un debate sencillo. “Siempre ha sido un tema polémico, más allá de las avionetas<, porque en el campo hay mil tipos de cultivos y lo que conviene a uno quizá no tanto a otro y viceversa”, comenta al respecto Francisco Ponce, secretario provincial de UAGA en Zaragoza.

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