¿Cuántos terremotos se registran cada mes en Aragón?

Dos zonas, el Pirineo y el corredor del Jiloca, tienen una especial actividad sísmica.

Aragón tiene dos zonas con especial actividad sísmica.
Aragón tiene dos zonas con especial actividad sísmica.
Heraldo

No suelen dejarse sentir... pero los terremotos no son un fenómeno ajeno a Aragón. Todos los meses se registran, de media, unos dos nuevos seísmos, según los datos recabados y facilitados por el Instituto Geográfico Nacional, el organismo que lleva décadas documentando estas manifestaciones naturales a través de las estaciones sísmicas repartidas por todo el país.

Las provincias de Huesca y de Teruel concentran el grueso de los movimientos sísmicos en Aragón, sumando 21 y 26 sucesos respectivamente entre agosto de 2015 y abril de este año. Y, dentro de estas, destacan dos municipios con una actividad por encima de las demás: Benasque y Celadas.

El primero de ellos aglutina cinco pequeños terremotos de magnitudes de entre 1,5 y 1,9 grados en la escala de Richter. El de mayor magnitud se registró el 12 de abril del pasado año. El tramo final de 2015 fue especialmente movido para la localidad aragonesa, con cuatro agitaciones en un mes y medio.

El municipio turolense de Celadas ostenta el discutible honor de ser el que más temblores suma en todo Aragón: hasta 9 entre septiembre de 2015 y el 1 de abril del presente año, fecha en la que el Instituto Geográfico Nacional tiene anotado un terremoto de 2,5 grados y un kilómetro de profundidad. El resto de sus pequeños seísmos oscilan entre 1,5 y 2,1 grados.

Pero el territorio sísmico por definición es la cordillera pirenaica. “El Pirineo es la zona con más actividad, sobre todo en su parte más alta”, apunta José Luis Simón, catedrático del departamento de Ciencias de la Tierra de la Unviersidad de Zaragoza, quien apunta que, muy cerca, hay “otra zona históricamente importante que es la Canal de Berdún, entre Jaca y Navarra”.

Simón explica que “las fallas del Pirineo no son fáciles de detectar e identificar”, ya que el relieve propio del terreno “hace que sea más complicado hallar los indicios de la erosión”.

La tercera franja especialmente delicada en Aragón es el sistema ibérico. En concreto, el corredor del Jiloca. “Está limitado por tres fallas activas -las de Calamocha, Sierra Palomera y Concuz- con potencial para provocar grandes terremotos cada miles de años”. Los sucesivos sismos de Celadas están vinculados a una rama de la falla de Concud.

El experto recuerda, además, que la falla de Teruel, que está activa, atraviesa el casco activo de la capital de provincia, que en los últimos dos años ha registrado otros tantos terremotos (de 2,2 y 2,3 grados en la escala de Richter).

Grandes terremotos

El último gran terremoto en Aragón que produjo verdaderos daños en viviendas ocurrió en 1953 y tuvo su epicentro en el municipio de Used. Alcanzó los 4,7 grados, aunque su intensidad alcanzó el nivel 7.

Algo más de dos décadas atrás, en 1923, la localidad de Martes experimentó un fuerte temblor en el que también cayó alguna casa. Su intensidad está clasificada con un nivel ocho.

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