Alberto Menjón: "En Dresde me siento muy valorado y respetado"

El joven pianista zaragozano Alberto Menjón Bohanna reside en la ciudad alemana de Dresde, donde cursa un máster de perfeccionamiento musical.

Alberto Menjón, al piano. Mañana sabrá si ha pasado a la segunda ronda del certamen.
Alberto Menjón, al piano. Mañana sabrá si ha pasado a la segunda ronda del certamen.
Marga Bohanna

El pianista Alberto Menjón (Zaragoza, 1993) participó hace unas semanas en el prestigioso concurso internacional Maria Canals y fue el único español entre los 81 intérpretes finalistas entre rusos, chinos, coreanos, japoneses y estadounidenses.

Reside desde hace casi tres años en la ciudad alemana de Dresde, donde estudia un máster de perfeccionamiento. “Como es bien sabido, la música está muy bien valorada en Alemania y nunca faltan oportunidades laborales. En el momento en el que terminé mi formación en Zaragoza no existía la opción de continuar con una enseñanza oficial en ningún lugar de España, así que decidí irme a Alemania, -recuerda-. De todas las ciudades que visité, Dresde fue la que más se ajustaba a mis expectativas: es una ciudad de un tamaño similar a Zaragoza, muy bien comunicada y con una amplísima oferta cultural; todo ello unido al gran renombre de su conservatorio. Fue una de las decisiones más acertadas que he tomado”.

Menjón asevera que en Dresde se siente “muy valorado y respetado profesionalmente, y eso es algo de capital importancia para el desarrollo personal”. Afirma que no solo aprende cada día, sino que además tiene la oportunidad de demostrarlo: “Este entorno es muy estimulante para mi carrera, así que lo más seguro es que me quede por aquí en un futuro próximo”, revela.

Para el zaragozano, una de las ventajas de vivir en Alemania es, sin duda, la cercanía con España: “Me permite visitar a mi familia y amigos en Zaragoza con mucha frecuencia. De esta manera puedo tener acceso a lo mejor de los dos lugares sin tener que renunciar a prácticamente nada, con lo cual no doy tiempo a que aflore la nostalgia”, afirma.

Una de las cosas que más admira de Alemania es “el estatus del estudiante universitario. Durante la estancia en cualquier universidad alemana (donde se engloban los conservatorios) el alumno goza de innumerables ventajas y privilegios: transporte público gratuito, descuentos hasta del 90% en espectáculos, ayudas financieras e incluso ventajas fiscales. Todas estas facilidades nacen del reconocimiento del estudio de una profesión como valor en sí mismo, y de la confianza depositada en las nuevas generaciones como uno de los motores de la sociedad”, explica.

El pianista aragonés lamenta que en España, y concretamente en su tierra, todavía “hay mucho que mejorar en el terreno de las enseñanzas artísticas. Son necesarios cambios estructurales para impulsar la educación en este ámbito, y un primer paso sería la integración de los Conservatorios Superiores de Música y de Danza en las enseñanzas universitarias, -defiende- Estoy absolutamente convencido de que una mejora de la eficiencia en la gestión de los centros, unido a una mayor inversión por parte de la Administración sería crucial para propiciar una formación de mayor calidad en nuestros conservatorios”.


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